Enoturismo con torrijas, croquetas de torrija, torrijas con masa de roscón, torrijas con vistas a palacio… Es el dulce estrella de la Semana Santa y aquí están algunas de las mejores y más originales propuestas para no parar de pecar.
Puede que sea el plan más atractivo para esta Semana Santa: el tan en boga enoturismo acompañado de torrijas. Turismo innovador y gastronomía tradicional en el mismo viaje y en el mismo día. Es lo que ofrece la bodega Prado Rey, en plena Ribera del Duero, en Castilla y León, zona de procesiones que impactan por el silencio y el recogimiento.
Los días 6, 7, 8 y 9 de abril, la visita a sus viñedos tendrá un extra gourmet porque, además de sus vinos también se cata el postre estrella de estos días: la torrija. Y no es cualquier torrija: bañada en leche merengada, caramelizada y salseada con reducción de vino Finca Valdelayegua, que marida perfectamente con una copa de vino del mismo nombre.
Croqueta de torrija on line
No todas las torrijas son iguales y no siempre las de tu madre son las mejores. Pasa lo mismo que con las croquetas. Por eso en Pepe&Cro, el restaurante especializado en croquetas de Pinto (Madrid), han decidido unir conceptos y, por primer año , lanzan la croqueta de torrija. Sólo disponible hasta el 18 de abril, aseguran que es exactamente lo mismo que comerse el postre de un bocado.
Su secreto consiste en que la bechamel se hace con leche infusionada en cítricos y canela, y se le añaden torrijas 100% tradicionales que se desintegran en la masa. El rebozado es de panko, por lo que son super cremosas por dentro y crujientes por fuera. Para terminar, importante rebozarlas en azúcar y canela una vez fritas, como si de una torrija al uso se trataran. Se pueden pedir on line y la caja de 12 cuesta 13,95 euros.
Torrijas de chef
El restaurante Casa Mories, frente al mercado de San Miguel y junto a la plaza Mayor de Madrid -zona de procesiones- ofrece la torrija en plan brioche caramelizada con helado de leche merengada. “Es como la de mi abuela pero la caramelizamos con el soplete y le damos un toque diferente con un crumble de galletas Lotus en la base”, asegura Beltrán Alonso, chef de este restaurante que apenas lleva un año y medio alegrando el paladar de quien se sumerja en el corazón de Madrid.
Aquí cada maestrillo tiene su librillo. El israelí David Katz, propietario y artífice del madrileño restaurante Katz, ha conseguido mejorar la receta de su ya célebre torrija gracias a un trabajo de investigación que le ha llevado a sustituir la levadura, como es usual en la cocina sefardí, por la incorporación a la masa de pan brioche de claras montadas a punto de nieve.
Se trata de una elaboración más laboriosa, pero el resultado es una torrija con una textura mucho mas cremosa y suave. “Para esta torrija, hemos creado un pan similar a la masa del roscón y hemos conseguido un resultado muy diferente, gracias a las claras montadas a nieve, a los ingredientes ecológicos y a la canela de calidad superior de la variedad cassia”, destaca David Katz, que defiende que la torrija es una receta que la cocina sefardí dejó en herencia a la cultura gastronómica española.
Con vistas a palacio
En la acogedora terraza de la séptima planta del hotel Santo Domingo de Madrid proponen torrija de manzana con helado de vainilla y toffe. Un pecado venial para degustar a cualquier hora del día con unas vistas 360 grados de la capital y un lugar privilegiado para contemplar el Palacio Real de Madrid.
Y si no hay torrija que sepa tan buena como la de casa, fíese de Viena La Baguette. En este obrador centenario madrileño, con Paco Fernández -4ª generación- y su hijo Fran al frente, huelen a tradición y ahora en Semana Santa, el olor inconfundible de su espectacular brioche cobra un especial protagonismo. Tampoco falta su pan especial para torrijas, que hacen en tres versiones: con naranja por si se nos olvida infusionar la leche; el de cacao para quienes quieran innovar; y el normal. Hacen envíos a domicilio llamando por teléfono o a través de sus redes sociales.