Deja el Congreso para presentarse como candidato a la presidencia de la Generalitat Valenciana en las elecciones autonómicas del próximo 28-M. Tras 12 años como diputado por Compromís, Baldoví se marcha con el «honor» y el «privilegio» de haber intentado hacer todo lo posible por los que más lo necesitan y por los valencianos y las valencianas. «Sin conciencia de clase no tendríamos los derechos que tenemos ahora«, dice en esta charla distendida pero contundente que mantiene con Crónica Libre y en la que hace un repaso sosegado al pasado y una apasionada apuesta por el futuro: «De Sumar hablaremos a partir del día 29«.
En su discurso de despedida en el Congreso, Joan Baldoví ha dedicado unas palabras de agradecimiento a todos los miembros del Congreso empezando por los ujieres, el personal de hostelería y limpieza, los policías, los letrados y letradas de la Cámara, el personal médico -que le atendió cuando sufrió un desmayo durante un debate sobre el estado de la nación-, y también a sus compañeros de hemiciclo, a quienes ha pedido disculpas por si su «vehemencia a la hora de defender las cosas» les había ofendido alguna vez.
Una emotiva despedida en la que la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, ha deseado lo mejor a Baldoví a la vez que le ha recordado que «deja mucho cariño y mucho afecto» entre los miembros de la Cámara Baja. Además de ser ovacionado también ha recibido los abrazos de varios de los diputados presentes. Unos minutos antes de realizar su última votación como diputado, Baldoví atiende a Crónica Libre para hablar de su paso por el Congreso y de sus propuestas para la Comunidad Valenciana.
Después de doce años en el Congreso, ¿cuál diría que ha sido su mejor momento?
El mejor, sin duda, el día que aprobamos la moción de censura contra Mariano Rajoy. Ese es sin duda el mejor momento. Además, siempre digo que cuando mi nieto sea mayor, le diré: Manel, tu abuelo contribuyó a tirar a la derecha fuera del Gobierno. Llevábamos cuatro años con mayoría absoluta del Partido Popular y habíamos visto un recorte brutal de derechos de todo tipo. Ese día fui muy feliz.
Y, ¿el peor?
El peor día no fue el que me entró el desmayo, no lo recuerdo como el peor. Probablemente, el peor momento fue en el 2016 cuando, con mejores números que ahora, no conseguimos hacer un gobierno de coalición y vimos a Pedro Sánchez salir con Albert Rivera después de haber estado negociando con nosotros. Fue una decepción muy grande, ver que el PSOE intentó después de negociar con nosotros un gobierno con Ciudadanos.
¿Hay que atar en corto al PSOE desde su izquierda?
¡Siempre! Desde el primer día y todos los minutos del día.
¿Con qué medida se queda de esta última legislatura?
Con la reforma laboral, ha sido emblemática. Fui de los pocos diputados que quedaban que estaban presentes en 2012 cuando en una mañana se aprobaron la reforma laboral de Mariano Rajoy y la ley mordaza. Nos ha costado diez años recuperar una parte de lo que se perdió. Ese día, a pesar de todos los pesares y de que no era mi reforma al cien por cien, se recuperaron derechos. Y también todos los decretos que se hicieron en pandemia para aliviar el sufrimiento de la gente.
¿Qué no se ha hecho que le hubiera gustado que se hiciera?
Dos cosas. Como valenciano, la reforma del sistema de financiación, creo que es absolutamente urgente. Hace ocho años que está caducado y todos admiten incluso en sede parlamentaria que es absolutamente necesario reformarlo, pero ni el PP ni el PSOE han hecho nada. Y, como ciudadano del Estado, creo que es una vergüenza que no se haya derogado la ley mordaza.
¿Cómo valora el papel de la oposición?
He visto una oposición cerril, una oposición que no ha estado a la altura. Un Partido Popular que no ha sido un partido europeo, que ha votado en contra incluso de cosas que beneficiaban a la inmensa mayoría de la gente. Creo que en este periodo hemos visto lo peor de la política y lo peor de la derecha.
Lo he dicho en mi despedida, la Cámara es más plural y a mí me gusta que lo sea, hemos ido más lejos justamente porque éramos más plurales y el PSOE no tenía mayoría para poder hacer y deshacer lo que quería. Por contra, con la irrupción de la ultraderecha hemos visto a un PP competir con auténticos despropósitos, con un tono absolutamente fuera de lugar. Creo que la política y el ambiente político en el Congreso han empeorado desde la entrada de la ultraderecha y con una derecha del PP muy poco constructiva.
Tras la polémica reforma de la ley del «solo sí es si» con el PP y el PSOE votando juntos, ¿cree que le va a pasar factura a la izquierda en las próximas elecciones generales?
A la izquierda siempre le pasa factura cuando las divisiones se airean en público. Yo soy un firme defensor de la discreción a la hora de pactar medidas y del respeto personal. Creo que con discreción y respeto personal es mucho mas fácil llegar a acuerdos o pactar desacuerdos.
De cara a esos comicios de diciembre, ¿debería entrar Podemos en Sumar?
Creo que en Sumar, si finalmente todo esto se concreta, todo el mundo debería estar porque se sintiera a gusto, porque se sintiera respetado y porque entendiera que es importante Sumar. Pero esto probablemente se tendría que hacer con otro clima político y no el que hemos tenido en los últimos tiempos. Creo que han sobrado adjetivos descalificativos y, probablemente, ha faltado fina mano izquierda y buenas relaciones personales. En Sumar todos nos tendríamos que sentir muy respetados. Algunos desde nuestra propia singularidad como un proyecto político valenciano. Pero de eso hablaremos a partir del día 29.
Las últimas encuestas publicadas de cara a las elecciones del 28-M muestran un ligero repunte del Partido Popular en la Comunidad Valenciana. ¿Cómo puede explicar esto teniendo en cuenta la cantidad de casos de corrupción que acumula este partido en la región?
La derecha tiende a ser muy indulgente con sus propios pecados, rezan dos Ave María y un Padre Nuestro y se olvidan y perdonan todos los pecados que han podido cometer. ¡Si en veinte años ha habido cuatro presidentes del PP y tres de ellos están imputados! Pero creo que el votante de derechas tiende a ser indulgente y es un error. Al final, cuando hay corrupción, nos están robando a todos.
En la izquierda somos mucho más exigentes con nosotros mismos. Creo que es bueno que seamos exigentes porque nos hace ser mejores. Y creo que sería bueno que se impusiera la cultura y la exigencia de transparencia y de limpieza en las Instituciones. Para los políticos debería de ser una exigencia tanto en la izquierda como en la derecha. Lamentablemente, no es así.
¿Se ha perdido la conciencia de clase en la sociedad?
Sí, creo que hay poca conciencia de clase. Creo que el incesante bombardeo de algunos medios de comunicación, y de algunos políticos, hace olvidar a la gente su pertenencia a una clase y la conveniencia de luchar unidos por lo derechos de todos, que al final son derechos individuales. En eso, las fuerzas reaccionarias han tenido éxito, lamentablemente. ¡Qué en Vallecas gane la derecha es absolutamente perturbador! Se debería recordar que sin conciencia de clase no tendríamos los derechos que tenemos ahora.
Si el 28-M consiguen revalidar el Gobierno del Botánico en la Comunidad Valenciana, ¿cuáles deben ser las prioridades?
Financiación autonómica, sanidad y vivienda. En materia de financiación, pedir desde el primer día una reunión bilateral con el Gobiernos para hablar exclusivamente de este tema. Si no se hace nada habrá que explorar la vía judicial para que esto se resuelva. Llevamos casi nueve años con un sistema absolutamente caducado y creemos que hay que hacer algo ya. En sanidad hay que reforzar básicamente la atención primaria y empezar a reforzar la salud mental.
En vivienda, comenzar a construir vivienda pública. En Europa tienen un 20% de vivienda pública porque empezaron hace muchos años. Nosotros tenemos que empezar ya a tener un parque público de vivienda para que los jóvenes puedan independizarse a una edad razonable, y no tengamos jóvenes de 36 años o compartiendo piso con muchos otros jóvenes o estando en casa y sin poder tener un proyecto de vida. A veces nos quejamos de que no nacen niños y de que los jóvenes se van tarde de casa y eso empieza porque puedan tener un lugar donde ir. Es más complicado ser joven ahora que cuando yo fui joven.
¿Puede ayudar la nueva ley de vivienda a que esto ocurra?
Es un paso adelante, probablemente se hubiera podido llegar más lejos pero yo siempre soy partidario de dar pasos. Da armas a las comunidades autónomas para que puedan declarar zonas tensionadas, para los grandes tenedores… es decir, permite que las comunidades autónomas podamos adoptar medidas. Nosotros somos partidarios de ir a máximos y hacer todo aquello que nos permita la ley. Hay que impulsar un plan de construcción de vivienda publica en colaboración con los ayuntamientos, que saben dónde tienen suelo edificable y cuáles son su necesidades. Para nosotros, esto es primordial.
Ha mencionado la financiación como una sus prioridades, ¿qué necesita la Comunidad Valenciana del sistema de financiación autonómico?
Necesita una financiación justa. Los servicios que el Estado te encarga tienen un coste y ahora está pagando por debajo de su coste. Cada año nos tenemos que endeudar, somos la comunidad autónoma con mayor porcentaje de endeudamiento. Cada año entre 1.300 y 1.500 millones de una deuda absolutamente ilegítima porque no la generamos nosotros. Es decir, no malgastamos, tenemos muchos menos funcionarios que la media, ahora no se roba y no hay corrupción, y para tener los servicios al mismo nivel que la media, nos tenemos que endeudar. Por lo tanto, nosotros decimos que se tiene que ver cuál es el coste de los servicios que tenemos delegados y que prestamos y, a partir de ahí, hacer un nuevo cálculo.
Hemos aportado soluciones. Por ejemplo, entendemos que poniendo alrededor del 16.000 millones de euros más en el sistema de financiación total, no se tocaría ni se rebajaría a ninguna otra comunidad y nos podría equiparar. Hemos hecho aportaciones como un fondo transitorio de nivelación, de aproximadamente 3.500 millones, mientras llegamos a un acuerdo. Es decir, que a las cinco comunidades que estamos por debajo de la media de recursos nos nivelen a la media para así tener igualdad de recursos.
En materia de sanidad, ¿qué es lo más urgente?
Hay que hacer un gran plan para reforzar la atención primaria. No puede ser que te den cita para dentro de diez días, o una semana, las citas tienen que ser en el día o como máximo dos. En primer lugar, proponemos pedir al Estado los 800 millones que nos ha costado reforzar nuestra sanidad para recibir a toda la gente que viene en verano a la costa y que sigue sin pagarlos. Se presupuesta pero no se paga. Dedicarlo todo a reforzar nuestra atención primaria: más recursos, más personal y mayor organización. Cada euro que destinemos a la atención primaria, serán diez euros que ahorraremos en la atención hospitalaria, está comprobado.
Como maestro, ¿qué opina del estado de la educación en la Comunidad Valenciana?
Le hemos dado la vuelta a la educación como a un calcetín. En la última legislatura del Gobierno del PP, 6.000 profesores fueron a la calle, nosotros en dos legislaturas hemos contratado 15.000 profesores. Hemos hecho que ningún niño valenciano pague por sus libros, hemos construido 103 centros nuevos. En la última legislatura del PP solo se invirtieron 50 millones de euros en escuelas públicas, nosotros en toda la legislatura hemos destinado1.500 millones. Hemos bajado las ratios y apostamos por poner 3.000 profesores más en los próximos cuatro años para seguir bajándolas. Tenemos que reforzar la atención a la diversidad, hacer el comedor escolar gratuito y que ningún niño tenga dificultades y hacer las gafas gratuitas porque hay niños que no se las pueden permitir. Por tanto, creo que aún hay margen para seguir mejorando.
Para terminar, ¿qué le parecería la ampliación del puerto de Valencia?
Nadie me ha demostrado la conveniencia de esto ni para los valencianos, ni para la ciudad de Valencia ni para el conjunto del tejido productivo valenciano. Creo que esta ampliación son los intereses de una gran empresa y además la declaración de impacto ambiental está absolutamente caducada. Hay un cambio de proyecto que no contemplaba que hubiera declaración de impacto ambiental. Por lo tanto, sin una nueva declaración de impacto ambiental y sin que nadie nos demuestre que esto es bueno para los intereses conjuntos de los valencianos y las valencianas, pasando por nuestro tejido productivo, creo que invertir mucho dinero publico allí sería una absoluta irresponsabilidad. Por no hablar de la afección que el puerto de Valencia podría causar a un litoral sur ya muy castigado por la regresión provocada por las ampliaciones anteriores.