La publicación en la cadena 8tv de las imágenes de las cámaras de seguridad del interior de la discoteca donde se produjo la presunta violación, en las que prácticamente se ve la cara de la chica, pueden suponer una nueva agresión a la víctima con consecuencias penales.
El caso de la presunta agresión sexual del futbolista Dani Alves a una chica en la discoteca Sutton de Barcelona el pasado 30 de diciembre ha tomado una nueva dimensión, ya que la denunciante ha podido ser ahora víctima de nuevo de otra violación, esta vez de su derecho a la intimidad.
El pasado 24 de mayo, el programa “El Circ” de la cadena de televisión 8tv, emitió imágenes del interior de la discoteca extraídas de las grabaciones de las cámaras de seguridad de la noche del 30 de diciembre de 2022, en las que aparecen tanto el jugador de fútbol Dani Alves, como la víctima y la prima de esta.
Además de que el pixelado de las imágenes era casi inapreciable, el presentador del espacio, Frank Blanco, junto con su colaborador Enric Lucena, iban relatando lo que presumiblemente aparecía en las imágenes, de muy mala calidad, por si algún espectador o espectadora no conseguía captar lo que aparecía en pantalla.
Este tratamiento de esas imágenes ahonda más aún si cabe en la supuesta exposición pública de la agredida, lo que podría llegar a constituir un delito contra el derecho a la intimidad, recogido en el art. 197 del Código Penal.
La defensa anuncia acciones civiles y penales contra el programa
Esta retransmisión, según la defensa de la víctima encabezada por la abogada Esther García, ha constituido “un perjuicio irreparable para la denunciante y su familia”, al considerar que prácticamente se ha revelado su identidad en televisión, lo que, según el comunicado hecho público por la defensa, puede dar lugar a responsabilidades penales y civiles, cuyas acciones ya están estudiando.
Según el propio comunicado, dichas acciones irán encaminadas a conseguir la eliminación de esas imágenes y la protección del derecho de a la intimidad de su defendida.
Un precedente con condena
No es la primera vez que nos encontramos ante un caso de revelación de la identidad de la víctima de una agresión sexual en un caso mediático.
El pasado mes de enero, el Juzgado de lo Penal 2 de Cartagena condenó a tres años de cárcel al director de un diario digital por publicar varias fotografías de la víctima de “La Manada” de Pamplona y difundir sus datos personales, así como al pago de una multa de 3.000 euros y una indemnización de 15.000 euros a la víctima, al considerarlo culpable de un delito contra la integridad moral en concurso con un delito de descubrimiento y revelación de secretos.
Si bien es cierto que en el programa de Frank Blanco en 8tv no se llegaron a revelar los datos personales de la víctima, la publicación de su rostro, prácticamente sin pixelar, y el de su prima, pueden sin duda suponer que la chica sea fácilmente reconocida y dar al traste con el anonimato que había conseguido guardar hasta ahora, desde que ocurrieron los hechos el pasado mes de diciembre.
Colisión de derechos
Llegado el momento, y si las acciones legales anunciadas por la acusación particular finalmente se materializan, los responsables de la cadena y del programa deberán explicar cuál fue el criterio seguido para la publicación de dichas imágenes y para el tratamiento que se les dio en el momento que se estaban emitiendo, guiando al espectador para no dejar duda alguna de lo que se estaba publicando, así como que cuál es la información de interés público que se pretendía ofrecer su audiencia, sin poner en riesgo el anonimato de la víctima.