El Ministerio Público ha comunicado que presentará la querella ante la Audiencia Nacional, órgano encargado de estudiar el caso por producirse fuera de España, “a la mayor brevedad posible”. Tras la denuncia de Jenni Hermoso, ahora, Luis Rubiales será juzgado por un delito por agresión sexual y acoso sexual, enfrentándose a penas superiores a un año de prisión.
La campeona del mundo Jenni Hermoso prestó declaración el pasado 5 de septiembre de forma presencial en la sede de Fiscalía General del Estado para denunciar el beso no consentido de Luis Rubiales tras la consecución del Mundial.
La vía penal se suma al frente del presidente de la RFEF, quien ya fue sancionado por la FIFA durante 90 días y cuyo comportamiento fue considerado de “grave” por el TAD, lo que provocó que el ejecutivo no pudiese intervenir. Jenni Hermoso ya se había pronunciado anteriormente en redes sociales, explicando que el beso no fue consentido y que se sintió “vulnerable y víctima de una agresión”.
La estrategia de La Manada
Estas palabras, por desgracia, también dieron alas a los voceros de la ultra derecha, quienes sin ningún tipo de tapujo filtraron vídeos privados de la jugadora en la celebración del mundial y la acosaron, siguiéndola y fotografiándola en su día a día para exponerla y juzgarla. Estrategia que ya llevaron a cabo los acusados de La Manada, entre otros.
En un momento en el que la futbolista necesita el máximo apoyo posible, la selección absoluta masculina ha sacado un comunicado que para muchos se antoja tibio e insuficiente, en el que Álvaro Morata como portavoz explicó que quieren “rechazar lo que consideramos unos comportamientos inaceptables por parte del señor Rubiales, que no ha estado a la altura de la institución que representa”, pero afirmando que prefieren “que a partir de ahora nos pudiéramos centrar en cuestiones deportivas ante la relevancia de los retos que tenemos por delante”.
Dani Carvajal, intentando replicar la equidistancia del conjunto nacional, hizo unas declaraciones en las que posicionaba en el mismo nivel al Luis Rubiales y a Jenni Hermoso, diciendo que prefiere ser más reservado con sus opiniones “porque tampoco podemos posicionarnos o condenar una parte u otra previamente sin conocer realmente que ha pasado” y que no quiere hablar debido a que “se ha politizado tanto el tema que te da miedo, te da miedo opinar”