El empresario es despedido del gigante audiovisual que fundó hace 30 años y convirtió en multinacional junto a Tatxo Benet, quien asume los puestos de presidente y consejero delegado. Las especulaciones sobre la operación no cesan, más cuando el socio mayoritario, el fondo chino Southwind Media, no ha colocado a nadie de su confianza al frente de la compañía y seguirá con la misma hoja de ruta diseñada por los catalanes.
Turbulencias y aguas revueltas en Mediapro. Jaume Roures, uno de los socios fundadores del gigante audiovisual, ha sido empujado por el Consejo de Administración a desembarcar del transatlántico que ha pilotado durante 30 años, con sus aciertos y desaciertos.
El motivo principal de su salida habrían sido las discrepancias y tiranteces que ha mantenido con Southwind, el accionista mayoritario y propietario de la compañía, con sede en Hong Kong, aseguran algunas fuentes a Crónica Libre. «Roures está forzando para que le compren su 5%, lo que supondría casi 100 millones de euros», indican.
Precisamente, hace siete días se supo que Southwind Media ha puesto a la vento su paquete del 80% de Mediapro en plena crisis de los derechos de TV del fútbol en Europa. Por lo que otras fuentes ven en esta jugada de Roures «un intento de hacer caer el valor de la acción y así poder hacerse él con parte del paquete de los chinos. Roures es muy listo y es muy extraño que se deje echar de esa manera después de 30 años».
Roures guarda silencio
Mientras Jaume Roures guarda silencio por el momento, el consejo de administración de la corporación audiovisual se ha puesto unánimemente del lado del socio mayoritario, con el que el catalán habría mantenido fricciones desde hace tiempo por un presunto cambio de rumbo en la operativa de Mediapro. «Mientras que los chinos como fondo de inversión sólo buscan rentabilidad, Jaume Roures siempre ha buscado hacer industria y tiene una percepción de los beneficios más a largo plazo que Southwind», comentan allegados al empresario catalán.
Hay que recordar que Southwind Media adquirió el 85% del capital en 2022, tras inyectar 620 millones de euros para que Mediapro pudiese amortizar una parte de la deuda que había contraído la compañía por la suspensión de las competiciones de fútbol y decenas de rodajes cinematográficos en la pandemia.
Precisamente son los derechos televisivos de retransmisión de La Liga o la Champions son el corazón del negocio de Mediapro. Aunque con el paso del tiempo ha desarrollado el negocio de producción televisiva y cinematográfica, con unos trabajos que han recibido importantes premios internacionales.
Lo extraño, es que tras conseguir la salida de Roures, el grupo chino no intente introducir a un hombre que cambie la forma de trabajar como consejero delegado o presidente del grupo y confíe ambos puestos en quien para todos es la mano derecha de Roures A través de un escueto comunicado, el propio Consejo de Administración de Mediapro ha ratificado y confirmado que «Tatxo Benet, que ya compartía dirección del grupo como socio gestor, seguirá con sus funciones actuales de presidente y de consejero delegado», unos puestos que ha ejercido desde hace más de diez años tras haber fundado Mediapro junto a Roures en 1994.
A modo de piropo, la compañía destaca que tanto uno como el otro «han sido piezas clave en la evolución no solo del Grupo Mediapro, sino que han sido referentes mundiales en el sector audiovisual».
El vacío que deja Roures
Desde que se ha dado a conocer la noticia con el comunicado que ha colgado el Grupo Mediapro, en su página oficial de LInkedin donde anunciaban el nombramiento de Josep Maria ´Tatxo` Benet Ferran (1957) ha empezado a recibir likes de parte de sus trabajadores (entre otros, el Jefe de Desarrollo y el Coordinador de contenidos autonómicos).
El nuevo hombre fuerte del grupo ha querido tranquilizar las aguas asegurando que «todo el equipo gestor y las 7.000 personas que trabajamos en el grupo seguiremos haciéndolo con la misma eficiencia, eficacia y dedicación». Tatxo Benet también ha dedicado unas sentidas palabras a Roures, del que ha dicho que «el vació que deja en el grupo es inmenso».
Pese a esta mención al compañero, los rumores de desavenencias entre ambos socios y amigos comenzaron el pasado septiembre cuando Roures no acudió a la boda de una de las hijas de Tatxo Benet, donde además de estar lo más granado de la vida pública y de la burguesía catalana, no faltó una barra libre de caviar y champagne durante toda la noche.
Pese a todo esto, el consejero delegado del grupo aclara que no hay discrepancias en el seno de la empresa y apunta que «no hay, en este sentido, ni la más mínima disconformidad. En este sentido, no solo no ha habido discrepancias en el modelo de futuro, sino que no ha habido ni el más mínimo cambio ni en el proyecto fundacional ni en los valores que el grupo representa».
Un 5% de las acciones
Roures, además de desempeñar las funciones de socio gestor, posee un pequeño paquete del 5% de las acciones de Mediapro (la multinacional británica WPP tiene otro 5%, y el propio Benet, una participación similar en la corporación), por lo que se prevé que también se desprenda de su parte de capital.
En este sentido, hay versiones que hablan de una operación de ´ida y vuelta` de Roures, en cuanto que su salida podría ser parte de una operación financiera -bien orquestada- para adquirir una parte o el total de la participación del opaco grupo chino que hoy detenta el 85% de las acciones de Mediapro.