La provincia de Alicante alberga una de las huertas más fértiles de España, la Vega Baja del Segura. De aquí provienen muchas de las frutas y hortalizas que alegran las mesas de nuestro país y de varios países hermanos europeos. Hablamos de sus célebres alcachofas, pimientos, tomates, lechugas, naranjas y limones, entre otros.
La Vega Baja es tierra de agricultores curtidos, cuyas vidas transcurren en la huerta entre cambios de estaciones, siembras y cosechas. Esta es la gente de Aurora Torres, la reina de los fogones de la Vega Baja. Aurora es de aquí, de una familia que desde siempre ha formado parte de esta comunidad. A su abuelo, quien regentaba una casa de comidas, le apodaban «el Lula» y en su honor, la nieta ha emprendido el proyecto gastronómico que se ha convertido en el único restaurante con un Sol Repsol de la comarca.
Lula by Aurora Torres
Aurora es una mujer especial, que al conocerla transmite una energía y un calor humano que llegan al alma. Su cocina es como ella, franca y llena de corazón. Después de formarse tras los fogones de los mejores chefs, como Pedro Subijana, Ricard Camarena, Gorka Txapartegi, Xabier Gutiérrez, Elena Arzak o el portugués José Avillez, tenía claro que su lugar estaba aquí, en la Vega, donde aún no había llegado la revolución gastronómica y donde un producto fantástico ofrece grandes posibilidades.
Su proyecto inicial, el restaurante La Herradura, abrió sus puertas en una antigua alquería de Los Montesinos. Es aquí donde se esconde el comedor de Lula y aquí es donde todo comienza. Aurora es un verdadero torbellino, con una personalidad tan dinámica y curiosa que hace dudar de que alguna vez descanse. Su pasión por el producto local la ha llevado a pasar gran parte de su tiempo en la huerta, explorando y seleccionando los mejores ingredientes para sus platos. Domina como nadie el mundo de las verduras y las hierbas silvestres, y por supuesto, la elaboración de esos arroces espectaculares que solo se pueden disfrutar en Alicante.
Este año, el menú de Lula es fruto de una investigación del pasado, de los platos que se comían antaño en las mesas humildes, de esos ingredientes que eran considerados comida de los pobres. Esos ‘patitos feos’ de los fogones son los que han cautivado a Aurora, porque «fueron creciendo y se convirtieron en los cisnes de las cocinas más prestigiosas, hasta convertirse en comida para los ricos«, puntualiza. Y en ese recorrido, los productos de la Vega Baja han conquistado el mundo de la gastronomía.
Lula se encuentra en el interior de La Herradura y en sus mesas se puede degustar el menú «¿Comida de Pobres?», en un recorrido que es toda una sorpresa (spoiler: más que de pobres, es toda una experiencia de lujo). Empezamos con el Compañaje, un conjunto de aperitivos que, como su nombre sugiere, se tomaban «con pan», desde manteca de la caldera, las cremas de queso o las aceitunas hasta unas originales longanizas de conejo y ñora. El siguiente plato, el Queso de Caqui, se elabora con caqui de la Ribera Xuquer, deshidratado al estilo japonés en un divertido cruce de culturas.
Continúa con un espectacular plato de Tomate con lisones (rúcola silvestre) y boquerones, posiblemente el mejor plato de tomate que hemos probado en mucho tiempo. También nos han impresionado las Quisquillas de Santa Pola, tomate y bombón de sus huevas recubierto en oro, especialmente al reflexionar sobre el hecho de que, un tiempo, se trataba del marisco más barato de las pescaderías, pues ya no.
Con el Arroz de tres puñados, la chef juega al despiste, por un lado nos presenta un arroz tradicional con alcachofa y bajoca, una legumbre típica de la Vega, y por el otro, un arroz con los mismos ingredientes de base pero deconstruido. ¿Cuál está mejor? Dejamos el veredicto a cada uno. La Caballa y la Pava son las protagonistas de los segundos. Dos cenicientas que, tocadas por la varita mágica de Aurora, se transforman en manjares de lujo.
Para terminar, los postres son homenajes a esos tiempos de pobreza que las generaciones pasadas aún pueden recordar. De esas historias aprendimos que había un sustituto del chocolate que se conseguía con los frutos del garrobo. Aquí, después de un ardua investigación y de la quema fortuita de unos algarrobos en el horno, han logrado revivirlo y podemos adelantar que pocos notarían la diferencia.
Lula te propone un hermoso viaje al pasado saboreando el presente y Aurora es la mejor guía a la que se puede seguir de la mano.