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“No es una fiesta, es una protesta”

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Uno de los lemas coreados en las Manifestaciones del 8M es la frase que recoge el título del artículo, “No es una fiesta, es una protesta”. Porque repasando lo acontecido durante el año las mujeres con ideología Feminista no encontramos motivos para el festejo. Pero para la protesta los encontramos en cada área que analicemos, porque la incompetencia política a la hora de defender los derechos de las mujeres es una constante gubernativa impermeable a la orientación política.

Y uno de los casos más graves es el que afecta a la defensa de los derechos sanitarios de las mujeres. Los derechos sanitarios de los hombres, de los machos de la especie, no necesitan una defensa o consolidación específica. En cambio los derechos sanitarios de las mujeres, de las hembras de la especie, sí necesitan defensa y consolidación específica porque culturalmente se nos ha negado nuestra especificidad y nuestra valía biológica.

Y esto ha sido posible porque el conocimiento sobre nuestra realidad como especie y nuestro funcionamiento biológico ha tenido como referente al varón. Y hay un ejemplo muy sencillo a la par que clarificador al respecto: ¿en cuántos libros que muestran el cuerpo humano está dibujado sólamente el cuerpo del macho de la especie?.

Así que la afirmación, “La humanidad es masculina y el hombre define a la mujer no por ella misma, sino en relación con él”, que incluyó Simone de Beauvoir en su libro “El segundo sexo” (1949), lamentablemente sigue plenamente vigente.

Porque a día de hoy el sesgo androcéntrico continúa presente en la ciencia médica y las profesionales sanitarias con perspectiva Feminista llevan décadas denunciándolo, ya que pone en grave riesgo el reconocimiento de los derechos sanitarios propios de las mujeres, y por ende, la atención más adecuada a nuestra salud y a la preservación de nuestra vida.

Y no faltan los ejemplos. Estas son declaraciones de Mª Teresa Ruiz Cantero, Catedrática de Medicina Preventiva y Salud Pública, el 7 de Marzo de 2022:

  • Muchas enfermedades no tienen la misma expresión clínica en hombres y en mujeres; las enfermedades no se comportan de la misma manera. Esto apenas se enseña en la carrera universitaria de Medicina, y en general no se suelen dar datos por sexo.”
  • ”Tenemos diferente farmacocinética, farmacodinamia y farmacogenética. Somos muy diferentes biológicamente debido, entre otras cosas, a la variabilidad hormonal y a la expresión genética.”
  • ”Existe una revisión bibliográfica muy interesante, titulada Brave men and emotional women [en español, Hombres valientes y mujeres emocionales], que hace un repaso muy interesante sobre cómo se interpreta el dolor, que en las mujeres termina, muchas veces, sin etiqueta diagnóstica.”
  • ”Ellas dan vueltas por la atención primaria, con una receta de analgésicos, mientras que a los hombres les derivan al especialista, donde reciben tratamientos más específicos y costosos.”
  • ”Muchas veces, a la mujer se le presume un problema de salud mental hasta que manifiesta una enfermedad, digamos, ‘de libro’. Cuando ese diagnóstico llega, ha pasado mucho más tiempo, por lo que aumenta la probabilidad de discapacidad y problemas emocionales.”

Al día siguiente, 8 de Marzo de 2022, la encontramos en otra entrevista, y profundiza aún más en el riesgo extra en que se nos coloca a las mujeres debido al negacionismo sobre nuestra especificidad, y que resulta aberrante que académicamente no se corrija:

  • ”Hay que atajar el riesgo que supone para la salud femenina que el sector sanitario asuma que las enfermedades afectan a los dos sexos con la misma sintomatología o que los fármacos tienen los mismos efectos secundarios en hombres y en mujeres.”
  • ”Hay que seguir apostando por investigar estas diferencias y, a continuación, incorporar este conocimiento a las asignaturas de las carreras de Ciencias de la Salud.”
  • ”Las conclusiones de un artículo publicado en 1991 en The New England Jornal of Medicine sobre el sesgo de género en el infarto me dejaron tan sorprendida, que me hicieron dedicarme a la investigación de la discriminación en el diagnóstico y en la terapia entre hombres y mujeres.”
  • ”Lo que venía a señalar este trabajo es que, a igual gravedad y comorbilidad [trastornos asociados] en la persona, se había detectado que se realizaba un mayor esfuerzo diagnóstico y terapéutico en los hombres que en las mujeres, y, consecuencia de ello, es que las mujeres tenían más posibilidades de morir de infarto de miocardio al recibir un diagnóstico equivocado.”

Pero la catedrática Mª Teresa Ruiz Cantero no es la única profesional sanitaria consciente de esta brecha entre los sexos que también está presente en la atención sanitaria, otro ejemplo es la cardióloga Soledad Ascoeta Ortiz, integrante de la Red-CAPS, red que ha trabajado desde hace más de 25 años en hacer visible los riesgos, los condicionantes y los determinantes que han condicionado la salud de las mujeres y han permanecido invisibles para la medicina, que en el XXII Seminario de Autoformación organizado por la Red-CAPS en 2023 explicaba lo siguiente:

  • ”A partir de la 2ª mitad del siglo pasado la mortalidad por cardiopatía isquémica fue disminuyendo debido a importantes avances técnicos y científicos, sin embargo en el caso de las mujeres esta disminución fue mucho menos marcada. Pero no pareció un dato relevante.”
  • ”Pero sí lo era, y en el año 2000 no sólo no disminuía el índice de mortalidad de forma similar a como ocurría con los hombres, sino que había aumentado el índice de mortalidad en mujeres jóvenes.”
  • ”Y cuando algunas cardiólogas/os observaron más detalladamente a las pacientes, descubrieron, por ejemplo, que con un electro mucho menos florido que en el caso de los hombres, las mujeres ya estaban padeciendo un infarto. La duda que brota entonces ante esto es: ¿No deberíamos plantearnos cambiar los criterios de activación de código de infarto compartidos por ambos sexos?.”

Y dos años después, y quién sabe tras cuántas pérdidas de vidas de mujeres a las que se siguió atendiendo sanitariamente de forma errónea, iniciamos el año con este titular publicado el 31 de Enero de 2025: “Las dolencias cardiovasculares son la principal causa de muerte en mujeres en todo el mundo. Muchos tratamientos actuales no son efectivos para ellas, debido a que se han desarrollado usando modelos masculinos.”

En el artículo entrevistan a tres jóvenes científicas, Sara Cogliati es una de ellas, y su testimonio es representativo de lo que manifiestan las tres:

  • ”Algunas enfermedades, como el infarto de miocardio, están infradiagnosticadas en mujeres, y los fármacos presentan más efectos adversos en ellas. Es contradictorio, además, que en estudios sobre patologías que afectan más a mujeres, como el alzhéimer, se utilicen mayoritariamente modelos animales machos. Urge corregir este sesgo y avanzar hacia tratamientos más eficaces para la salud femenina”.
  • ”Algunos institutos de investigación y hospitales están abriendo unidades especializadas en salud de la mujer. Son cambios positivos, aunque aún insuficientes”.

Y son insuficientes, y se producen a un ritmo demasiado lento porque, en palabras del paleogenetista Carles Lalueza Fox, “somos descendientes de los varones poderosos que practicaron la desigualdad”; y la desigualdad entre los sexos la aseguraron estableciendo un modelo de socialización androcéntrico y un orden social prisionero del enclaustramiento del género.

La reconocidísima y premiada endocrinóloga Carmen Valls Llobet no puede ser más clara al respecto en su carta de agradecimiento por el homenaje recibido en 2023 por el Instituto de las Mujeres:

  • ”Las mujeres han estado ausentes como objeto de la investigación biomédica hasta finales del pasado siglo. (…) Se constata, pues, el androcentrismo en la Ciencia, y la falta de estudios de las diferencias y de las desigualdades entre mujeres y hombres.”
  • ”Casi no hay profesionales que estudien el ciclo menstrual y los trastornos menstruales siguen siendo poco conocidos por las y los profesionales, con el agravante que supone para la detección de enfermedades tan incapacitantes como la endometriosis.”
  • ”En mi larga práctica profesional he encontrado que las principales quejas de las mujeres se centraban en el cansancio y el dolor en todas sus manifestaciones, y se encontraban entonces y ahora con la limitada preparación de los profesionales de las ciencias de la salud para atenderlas adecuadamente.”
  • ”Un grave problema en la investigación de fármacos es la “negligencia penetrante y persistente” al hacer servir solo células y tejidos masculinos y ratas macho en la investigación preclínica, cuando se ha demostrado que lleva a errores, y al hecho de que el ochenta por ciento de efectos secundarios de los medicamentos que se administran afecten a mujeres.”
  • ”En el año 1991, se produjo la primera publicación sobre la exclusión de las mujeres en los tratamientos de cardiología, por estenosis de las coronarias. A igualdad de patología, los hombres eran enviados a cirugía y las mujeres a sus casas, con la idea de que las mujeres no podían tener problemas de corazón ni infartos de miocardio. La revisión posterior de esta mala praxis profesional reveló que las mujeres con patologías coronarias habían hecho los mismos infartos que los hombres y con mayor mortalidad.”
  • ”El efecto del Medio Ambiente sobre la salud, y su especial afectación sobre la salud de las mujeres, está lejos de la docencia en las ciencias de la salud.”

Estamos a las puertas de la conmemoración del 8M del 2025, y es inaceptable que no se esté actuando decididamente para revertir el sesgo androcéntrico presente en las Ciencias de la Salud, y para invalidar el negacionismo biológico respecto a la especificidad de las mujeres, de las hembras de la especie humana, a pesar de la documentación existente sobre  las gravísimas repercusiones que tiene en la atención a nuestra salud y en la preservación de nuestra vida.

Esta injusticia sanitaria que padecemos por el hecho de ser mujeres en un modelo cultural y socioeconómico patriarcal, está afectando a un número cada vez mayor de mujeres, tal y como llevan años denunciando asociaciones como ADAEC y Fibro Protesta Ya. Y en nuestros Manifiestos del 8M estará presente esta denuncia. También por vosotras, compañeras, gritaremos “No es una fiesta, es una protesta.”

Puri Liétor

Puri Liétor es Psicóloga Sanitaria, activista feminista e integrante de la
Plataforma Autonómica Front Abolicionista-PV, de la plataforma Estatal
Confluencia del Movimiento Feminista y afiliada del Partido Feministas al
Congreso (PFAC).