El silencio de Liz Truss respecto a los contratos suscritos en Arabia Saudí y otros países del Golfo es equiparable a otros silencios y cautelas. El canciller Scholz eligió el término “otros mercados en Oriente Próximo” para referirse a los contratos suscritos por Alemania con los países del Golfo y Arabia Saudí. Por ejemplo, en la declaración gubernamental del Bundestag, nadie mencionó el contrato suscrito por Von Der Leyen con Azerbayán para el suministro de combustibles fósiles.
Por Pilar Larrañaga, Alemania
La sesión parlamentaria del Bundestag del 21 de octubre sobre su declaración gubernamental, las declaraciones de Macron a la salida del Consejo de Europa el 20 de octubre, una entrevista de Markus Lanz a Theo Waigel -ex ministro de Hacienda de la era Kohl- el 21 de octubre, unas preguntas lanzadas a la ex primera ministra británica por el diputado laborista Chris Bryant son objeto de análisis en clave de guiños y silencios sobre el conflicto de Ucrania en el presente artículo.
En la entrevista realizada por Markus Lanz a Theo Waigel -ex ministro de Hacienda del gobierno de Helmut Kohl- insinuó que viene observando una sintonía argumentativa entre die Linke y AfD, los dos extremos -izquierda y derecha- del arco parlamentario alemán, que le parece muy peligrosa debido a que alianzas de esta índole ya se dieron en la república Weimar (minuto 4) y culminaron en la toma de poder de Hitler de forma totalmente legal. Abogó por mostrar datos a los dos partidos que buscan la cercanía con Rusia sobre qué ocurrió en los municipios donde estuvieron los soviéticos.
Manifestó que los partidos democráticos deben distanciarse de esos dos partidos esgrimiéndoles que se sitúan fuera del arco democrático. Este mensaje a navegantes viene un día antes de que Zelenski prohibiese el Partido Socialista en Ucrania por ser prorruso. El ex ministro parece obviar la trayectoria profesional y política de Gregor Gysi (Berlín, 1948), fundador del partido PDS precursor del partido die Linke en la Alemania reunificada. Fue él quien propuso la renovación del partido SED de la República Democrática de Alemania en clave de Perestroika. Sí, esa perestroika que abrió la vía de la reunificación de Alemania.
Vayamos ahora con algunos guiños argumentativos a los socios norteamericanos; el candidato de FDP (partido liberal de Alemania) sentenció que fueron los EEUU los que trajeron la paz a Alemania después de la segunda guerra mundial. Si mal no recuerdo, fueron los soviéticos quienes vencieron con las armas al nazismo. El jefe de la oposición, Friedrich Merz (CDU) lanzó varios guiños en la sesión parlamentaria cuando sostuvo que Europa debía sancionar a Rusia y lo hizo unida. Argumento que también mencionó Macron a la salida del Consejo de Europa. Merz recalcó que las sanciones habían tenido lugar con la cooperación de los EEUU y con más armas, tal y como promovían los verdes además de algunos miembros del FDP. Esta frase encierra muchas claves porque Merz sitúa en la órbita del bien a su partido además del partido verde, órbita liderada por los EEUU.
¿Qué puede hacer Francia para terminar la guerra?
Ante la pregunta de un periodista sobre qué puede hacer Francia para terminar la guerra, Macron afirmó que Francia no podía pararla porque no está en guerra, solo respalda al pueblo ucraniano. Y lo más significativo es que subrayó que Francia no podía tomar la decisión de cuándo ha de finalizar la guerra porque Ucrania es soberana y le corresponde a ella determinar cuándo desea sentarse a hablar sobre el fin de las hostilidades y las condiciones de la paz. Macron espera que sea lo antes posible. Añadió que cuando Ucrania tome la decisión, también Europa debería formar parte de la mesa de negociación.
No sé si las palabras de Merz ayudan a entender el discurso de la representante verde Britta Haßelmann que exhorta a no cometer errores del pasado en cuanto a la política de China. Para apuntalar ese argumento la oradora verde aseveró que ya se había visto a qué ha conducido la dependencia de Rusia en cuanto a energías fósiles. Que el partido verde se una ahora a la narrativa norteamericana antichina es algo que debería preocupar a todos los ciudadanos alemanes.
Macron fue mucho más cuidadoso en la elección de las palabras y notablemente más riguroso con los datos cuando evaluó las relaciones de la UE con China que, señaló, habían sido objeto de un intenso debate de tres horas en el Consejo de Europa. Hizo hincapié en la necesidad de unanimidad de Europa sobre una estrategia común acerca de China porque China y la UE son competidores en los mercados. Abogó por una política estratégica común que evite cualquier tipo de dependencia. Ante la pregunta de un periodista, Macron reiteró que las relaciones con China deben ser transparentes, respetuosas y lúcidas. Explicó esta cuestión reconociendo que Europa empujó a determinados países de la UE a una situación difícil en cuanto a sus arcas públicas como consecuencia de la crisis de 2007.
La UE ha cometido un error al vender infraestructuras estratégicas
Esto les obligó a tomar decisiones drásticas como la de vender puertos a compradores foráneos. Reconoció que la UE ha cometido históricamente un error al vender infraestructuras estratégicas a compradores foráneos en situaciones en los que ningún comprador europeo se postulaba por su compra. De ahí que no se les pueda reprochar nada a los compradores chinos porque en esos momentos la UE era como un supermercado abierto. Subrayó que urge empezar a pensar en clave europea para regular las infraestructuras críticas al objeto de lograr una autonomía estratégica plenamente europea. Y, crucialmente, anunció que en los próximos meses se va a trabajar en el diseño de reglas de juego que permitan mantener alianzas con empresas chinas además de invertir en China pero, al mismo tiempo, manteniendo la soberanía estratégica en Europa.
Olaf Scholz lanzó una tímida crítica a los socios de EEUU y Canadá alegando que seguro que esos dos países no tenían interés alguno de que la energía sea inasumiblemente cara en Europa. Macron fue también en este punto mucho más contundente y respondió a la pregunta de un periodista explicando el contexto energético de los EEUU. Según el presidente francés, por una parte los EEUU son productores y venden su energía a sus empresas a un precio mucho más barato. Por otra parte, exportan ese mismo gas a un precio 3 o 4 veces superior para el mercado europeo.
Además, expuso que los EEUU ofrecen ayudas gubernamentales a los productores en determinados sectores energéticos de hasta el 85% mientras que esas ayudas están prohibidas en la UE. Sostuvo que en todas estas circunstancias reside un doble rasero y desveló que es un asunto que se viene debatiendo en la UE. Anunció que tratará este delicado tema con los socios norteamericanos con motivo de su próximo viaje oficial a los EEUU. No obstante lo cual, añadió que, en los momentos actuales, es imprescindible actuar de forma rápida sobre los precios del gas además de practicar la solidaridad energética dentro de la UE para que vuelva a reinar la estabilidad financiera. Mencionó, en este contexto, el trasvase de energía de Cataluña a la zona de Marsella. A la pregunta de otro periodista afirmó que Francia ya había regulado el mercado del gas y había logrado, con esta medida, disminuir el precio de la electricidad de 320 a 62 € el Mw mandando así un mensaje claro a los especuladores.
El canciller mencionó de puntillas el index del precio del gas o precio de referencia TTF que habrá que sustituir. Señaló que habría que hablar sobre los picos en los precios de la energía. El canciller no explicó estos términos con la debida diligencia, algo en lo que incidió el representante de AfD reprochándole que Scholz ha asistido a una comisión internacional sobre el gas y que no había desvelado nada al respecto.
En la rueda de prensa de Macron publicada por BFM.TV a la salida del Consejo de Europa el 20 de octubre de 2022, el presidente francés compartió algunos detalles de ese acuerdo. Se propuso introducir un corredor o margen de precio para evitar los efectos negativos de los picos de volatilidad de las energías fósiles en los mercados bursátiles y Macron explicó que son debidos a la especulación y no a los vaivenes entre oferta y demanda.
Además, anunció que se había acordado que sea la UE quien actúe como sujeto comprador en los mercados para consolidar una línea energética única para toda la UE lo que permitiría negociar precios a la baja. Asimismo, informó que se acordó poner un tope al precio del gas que se emplea para producir electricidad tal y como lo han hecho España y Portugal. Sería una medida que se aplicaría a nivel europeo en vista de que se ha logrado la bajada del precio del gas en el contexto ibérico y, en consecuencia, de la electricidad. Hizo referencia a las fuentes diferentes de producción de electricidad en los países miembros de la UE y a las correcciones necesarias para consolidar un mercado interno europeo que, actualmente, sufre de altos precios porque se calculan estos atendiendo al precio del gas.
Scholz mencionó que había que ponerse en contacto con Japón y Corea porque estos dos países compiten con la UE en los mercados a la hora de proveerse de energía. No desveló ningún otro detalle y Macron no se hizo eco de este asunto. En unas declaraciones recogidas por varios medios de comunicación, el presidente del Land Sajonia, Michael Kretschmer, sugirió que sería bueno comprar gas ruso cuando termine la guerra. Pero antes de eso se necesitan, según él, contratos de larga duración con los EEUU y Arabia Saudí. Las declaraciones son muy significativas porque implican que el presidente de Rusia no será Putin. Pero, ¿quién cree Kretschmer que será? ¿Y no condicionarían el margen de maniobra de la UE si se suscriben contratos a largo plazo con los EEUU y Arabia Saudí?
Continuaremos informando…