La pasada semana escribía sobre el peligro que supone legislar en base a deseos, en lugar de a derechos, materiales y tangibles. Muchas fueron las personas que entendieron el…
Cuando tenía 22 años, vivía sola y vestía “de traje” para trabajar, a los niños del ático les cayó su pelota en mi jardín. Eran mellizos, monísimos y…