Mujeres inspiradoras llegan a la gran pantalla. Juana Martín es la primera diseñadora de moda española y gitana que ha logrado desfilar en París, Eva María Pérez es pionera y más importante modelo curvy en España, Damaris Ruiz consiguió su sueño de convertirse en bailarina de neoclásico a pesar de las trabas por ser negra y Estefanía Martínez es una de las más prestigiosas especialistas de escenas de acción del mundo. Todas ellas protagonizan el documental Donde el viento me lleve, que se estrena este jueves 4 de mayo en la Gran Vía madrileña. ¿Quieres saber más? El subtítulo de la película lo dice todo: “Lo extraordinario está más cerca de lo que imaginas”.
Cuatro historias de cuatro mujeres que lucharon por conseguir sus sueños en un ambiente no siempre favorable. Todo lo contrario, sus historias son las de mujeres guerreras que han tenido que superar adversidades, violencia y rechazo para llegar a lo más alto. Cuatro historias diferentes con un punto en común: ellas lo han conseguido. ¿Y tú por qué no?
Donde el viento me lleve. Lo extraordinario está más cerca de los que imaginas es el primer largo documental de la directora Ana Prieto Gracia que se estrena este jueves 4 de mayo a las 19.00 horas en el cine Capitol de la Gran Vía de Madrid. Una historia tan potente merece una presentación por todo lo alto.
El documental producido por AnaFilms Productions se centra en la triunfal carrera de Juana Martín, la diseñadora de moda que se ha convertido en la primera española y gitana en la historia en llegar al Olimpo del Haute Couture en París. Detalla las vivencias de Eva Pérez hasta convertirse en la primera top model curvy española. Analiza la trayectoria de Damaris Ruiz, mujer negra que llega a ser bailarina de neoclásico a pesar de las dificultades por su físico y el color de su piel. Y profundiza en las barreras que tuvo que superar Estefanía Martínez para llegar a ser mujer especialista de escenas de acción.
Pasado, presente y futuro de cuatro mujeres incansables en su lucha protagonistas de cuatro relatos que conmueven e ilusionan y que este documental feminista une, entrelaza y fusiona para transformarlo en una sola historia que habla del empoderamiento de la mujer. Cuatro mujeres inspiradoras que representan los cuatro elementos imprescindibles de la naturaleza: aire, fuego, tierra y agua.
Mujeres y acción
El documental arranca con la pregunta que nos hacemos a nosotros mismos: quiénes somos y a dónde queremos ir. Estas cuestiones nos animan a introducirnos en el mundo de Damaris, bailarina de neoclásico, detrás de la magia en el escenario se esconde el dolor que la hicieron ser más fuerte. Damaris vuela alto, por eso ella es aire.
“Como bailarina de color, huérfana y diferente a los estándares del clásico, siempre intento ver lo positivo que te ofrece la danza, si tu sólo piensas en bailar, en respirar danza al final del día, tú eres bailarina, un contrato no determina tu talento, un contrato te da la oportunidad de hacer lo que amas y poder vivir de ello, pero también es cierto que ser bailarina es más que un contrato, ser bailarina es todo y más; es amor, es tristeza, es pasión, es esperanza y alegría”, asegura con optimismo Damaris Ruiz.
Donde el viento nos lleve continua el recorrido para encontrar la piel, belleza, rechazo… Desde niña ha sufrido críticas e insultos por no tener los estándares de belleza establecidos, luchó por sus sueños y por romper los esquemas en la moda. Su pasado esconde las cicatrices que la hicieron ser fuerte y continuar creyendo en sus sueños, incluso llegó a ser portada de una de las revistas de referencia en España, interviú. Por todo ello, Eva Pérez es fuego.
“Trabajo en mundo de Barbies siendo la Nancy”. Siempre fui una mujer fotogénica, pero mis medidas
eran diferentes a lo que pedía la industria de la moda y no me dejaban cumplir mi sueño: ser modelo. Mi
cuerpo siempre fue un obstáculo para la industria de la moda, pero no para mí. Tenía claro que iba a ser un reto difícil pero estaba dispuesta a afrontar todos los obstáculos y aportar mi granito de arena . No importa tu talla sino creer en tí misma, prepararte y luchar. Hoy, con orgullo, puedo decir que lo he conseguido. Llegar aquí no ha sido sencillo. Detrás hay mucho esfuerzo y perseverancia«, confiesa orgullosa Eva Pérez.
Mujer, exigencia y tradición
Se ha criado prácticamente entre cámaras de cine, televisión y publicidad. Estefanía creció siendo maltratada por su madre. Sufrió bullying, violencia y daños psicológicos. Nada en su vida ha sido fácil, pero la vida le dio la oportunidad de escribir una historia diferente a la suya, ser la primera mujer especialista de cine. Ahora en una mano lleva sus sueños y en la otra a su hija. A pesar de todo, Estefanía siempre ha tenido los pies en la tierra y por eso la representa en este documental.
“La nuestra es una profesión compleja, muy exigente con uno mismo, porque requiere de formación continua en deportes para adquirir todo tipo de habilidades. Es muy importante el
entrenamiento físico, pero también el mental y requiere el mismo grado de exigencia para los dos sexos. En esta disciplina no existe la improvisación, todo tiene que estar milimétricamente preconcebido; porque cualquier detalle que quede en el aire puede tener fatales consecuencias. La irrupción de la mujer en el mundo de la especialidad en el cine es muy reciente”, afirma con fuerza Estefanía Rodríguez.
Y termina el círculo perfecto con el agua que corre por la fuentes de las calles cordobesas entre las que se encuentra el atelier de Juana Martín, diseñadora de moda de alta costura orgullosa de ser quien es. Gitana y defensora de su cultura y de sus costumbres: referente para las nuevas generaciones en el mundo de la moda. Rompiendo muros y siendo fiel a sus valores y a su propio estilo.
«Jamás pensé que mis diseños llegarían a desfilar por donde lo hicieron dos grandes de la moda española como Balenciaga y Paco Rabanne. Soy gitana, la tradición y los valores gitanos son los cimientos de mi persona y mi carrera. Represento a mi gente y a mi cultura. La mujer gitana es fuerte y lucha por conseguir lo que persigue. Mis comienzos fueron duros, pero los recuerdo con muchísima ilusión, con la motivación siempre como motor de todo. Desoía a la gente que me desviaba de mi camino, porque tenía claro donde quería llegar. Los sueños hay que trabajarlos y se consiguen con lucha y constancia«, dice la diseñadora. Y sentencia: «Sueño con que la sociedad cambie, para que no haya barreras, lucho por la igualdad de la mujer y que, por fin, vivamos en una sociedad que no discrimine a nadie”.