Directo al paladar (DAP como se hace llamar ahora) es la página de recetas de cocina líder en España. En el mes de abril de 2020, cuando a todo el mundo le dio por ponerse a cocinar en pleno confinamiento, alcanzaron el récord de 12 millones de usuarios únicos. De esos ‘cocinillas’ ocasionales conservó muchos, aunque no todos. De media, unos 7 millones de personas les visitan mensualmente. Crónica Libre aprovecha la publicación de su segundo libro para indagar en el éxito de la página.
Cuando me fui a vivir a mi primer piso fuera de la casa de mis padres, hice lo que todos, llamar a mi madre cuando quise/ necesité cocinar y me di cuenta de que no tenía ni idea, literalmente, de hacer un huevo pasado por agua. Le telefoneé y su respuesta casi abre un cisma familiar: “hija mía muy fácil, lo pones en agua y cuando hierva rezas un credo”. Yo, claro, sin decir nada, encendí todas mis señales de alarma; “¡a ver si me va a pedir que se lo rece ahora! Y vendría el consecuente disgusto materno al darse cuenta de que su hija no había absorbido ni gota de la educación religiosa que se rezumaba en casa y en el colegio de monjas Al final, hice mi equivalencia, recé tres padrenuestros y calculé que sería más o menos. Funcionó.
Internet vino a acabar con ese rito iniciático que tanto debía alegrar a las madres (y padres). Hoy todo está al alcance de la mano, desde el plato más básico hasta la receta más sofisticada en la red. Bastante culpa de ello la tiene la web Directo al paladar. Una de las páginas más fiables de todo el repertorio de sites gastronómicos para hacer recetas que “siempre salen bien”, como ellos mismos proclaman y como aficionada a los fogones y a su propuesta, suscribo.
Las cifras también corroboran el buen hacer: más de siete millones de usuarios únicos al mes y 10.000 recetas publicadas en los diecisiete años de vida de la página. Con estos credenciales llega el libro Las mejores recetas de Directo al paladar. Libros Cúpula). La publicación coincide con el estreno de imagen, con un nuevo nombre (acortado en sus siglas DAP) y su crecida vocación por algo más de una web de recetas, que también ofrece consejos de nutrición, sobre vinos, viajes culinarios, propuestas de restaurantes…
La credibilidad y los “fans” que tiene la web radica, como dice Miguel Ayuso, director de DAP, radica en que “todas nuestras recetas las ha hecho nuestro equipo de colaboradores y saben que salen, no es como otras páginas que publican recetas sacadas de no se sabe dónde”, explica Miguel Ayuso. Además, destaca la “profesionalidad” de sus editores, “saben cocinar pero también saben escribir y explicar el proceso”.
Son 232 páginas de recetas escogidas como “las más exitosas, las que más nos han gustado y las preferidas de la gente”. Llega con una presentación esmerada y, como no podía ser de otra manera, apetecible. “Queríamos estar en las librerías para llegar a la gente que no nos conoce y también porque hojear un libro resulta más inspirador”, añade Miguel Ayuso.
En este segundo libro de la marca Directo al Paladar se puede encontrar tradición como el “Cojandongo”, que es entre una sopa y una ensalada de la cocina extremeña. También hay platos sorprendentes como los limones rellenos de ensalada de sardinas o el exotismo del bhaji de cebolla (verduras rebozadas en harina de garbanzos).
Miguel Ayuso adelanta que DAP próximamente creará una nueva página dentro de la sitio o “nanoweb” centrada en viajes gastronómicos y otro apartado dedicado a la cocina vegana. “No nos posicionamos en ningún tipo de dieta pero sí queremos dar un espacio a los amantes de esta alternativa con recetas tradicionales y con otras más novedosas. Que quienes buscan esta opción no tengan que ver sus platos veguis al lado de un cochinillo”, dice.
Un libro que aspira a convertirse en un clásico en la biblioteca culinaria de aprendices y avezados cocinillas. “Ojalá fuésemos el nuevo Simone Ortega, aspiramos a eso aunque igual es demasiada aspiración”, admite el director de DAP. Eso sí puede ser una de esas cosas que poner en la maleta del hijo/hija que se independiza por si un día se le cae internet.