Como un flautista de Hamelin, su voz y sus historias nos llevan a las páginas de su primera novela, No tocarás. Su narración en el podcast Gabinete de Curiosidades es una puerta abierta para soñar. Este sábado nos despertamos con un mensaje en las redes de la guionista: «Sí, Gabinete ha desaparecido de las plataformas. No depende de mí y no sé cuándo se resolverá. Y hasta aquí lo que puedo contar sin llorar». (Y los links que incluye este artículo, de momento, solo conectan con el apagón). Un misterio más que daría para otro capítulo de esta serie y que alimenta, de otra forma, nuestra curiosidad. Para quienes no han podido escucharlos, y hasta que vuelvan, cebamos aquí su curiosidad y puede que su impaciencia por escucharlos. Esta semana, dibujamos los trazos de la lectura de Nuria Pérez.
No es un podcast que puedas ponerte para dormir, arrullado por una voz como si te contase un cuento. Todo lo contrario, sus episodios ayudan a soñar pero son excitantes, estimulan la curiosidad, las ganas de aprender e indagar. También, lo confieso, la envidia por esa fantástica forma de narrar, por la erudición y la magnífica idea de ese podcast, una joya en un tiempo saturado de ellos. No descubro nada con la recomendación, Gabinete de Curiosidades (que cuenta con 4 temporadas) obtuvo el premio Ondas Globales de Podcast en 2022 y fue el primero en España en ser llevado a los teatros.
Efecto perspectiva
La devoción por los objetos y los detalles hacen a Nuria Pérez una cronista magistral de la historia cotidiana de nuestro tiempo, con ávidas incursiones en otras épocas, siempre perfectamente hiladas. En sus entregas de Gabinete de Curiosidades salen expresidentes, estrellas del rock, personas anónimas, soñadores o astronautas que sufrieron una epifanía al ver la fragilidad de la Tierra desde la nave espacial. Esa visión, creó el llamado efecto perspectiva, (guarde el link por si vuelve a funcionar pronto). Esta reacción es uno de los argumentos de ambientalistas que ven en esa imagen el mejor argumento para incitar preservar y mimar nuestro planeta y superar conflictos bélicos y relativizar nuestros problemas. Que le pregunten al expresidente estadounidense Al Gore.
Todo eso y mucho más se aprende escuchar a la publicista y escritora, de origen gallego, al seguirla en los trazos de su propia narración. Los paseos por los que nos llevan los gabinetes de curiosidades. Y con esa misma intención de movernos entre la intriga y las ganas de saber, la primera novela de esta autora nos adentra en varias épocas en la vida de tres mujeres. Bajo estas historias aisladas en el tiempo y el espacio subyace una línea de vidas que las conectará. Un objeto, que como en la mayoría de los capítulos de su podcast tiene la capacidad, casi mágica, de interconectarlas.
La magia de los objetos cotidianos
Solo alguien con la capacidad de observación y la habilidad de una publicitaria puede hablar durante veinte minutos o 300 páginas, de un objeto tan cotidiano como un lápiz (eso sí uno tan singular como el Eberhard Blackwing 602; o un cuaderno (no cualquiera, que hablamos de El Panamá, el predecesor de la mítica Moleskine, la libreta que usaba Bruce Chatwin, autor al que rinde homenaje esta sección, a su libro Los trazos de la canción). O en el caso de la novela, de una tacita.
Las páginas de No tocarás Nuria Pérez también deja claro que es una buena conocedora de la literatura. Hay referencias a la Divina Comedia, a Shakespeare, Susan Sontag y la autora habla de su coterráneo Valle-Inclán. Ese conocimiento de se palpan en la prosa de la gallega
A quienes les haya seducido la voz (literal y literaria) de Nuria Pérez les alegrará saber que ya prepara una nueva novela y que en ella habrá alguno de los secundarios que salpican No tocarás. Este libro incita al viaje y es buen compañero de vacaciones. Yo, personalmente, me he encargado de que llegue a Australia, a manos de una ferviente seguidora de Gabinete de curiosidades. No le ha defraudado. Y sus libros no podrán desaparecer, de pronto, de las estanterías como ha pasado con el podcast.
