La capital del Ebro está más resplandeciente y bonita que nunca. Hay que reconocer que el Ayuntamiento y el equipo de Zaragoza Turismo están haciendo un trabajo excepcional en el sector de la oferta turística y gastronómica, con un calendario que en los últimos años se ha llenado de evento e iniciativas culturales de todo tipo. Lo demuestra por ejemplo el reciente éxito del evento La Spagna al Femminile celebrado en Padua, Italia. Este evento reunió a destacadas chefs de ambas ciudades, celebrando lo mejor de la cocina española e italiana y resaltando el potencial de Zaragoza como un destino turístico de alta calidad. Con iniciativas como esta, Zaragoza refuerza su posición en el mapa gastronómico y turístico internacional y brilla como la joya de la corona de Aragón.
A lo largo de este fin de semana la ciudad ha celebrado otro evento de indudable éxito. La cuarta edición de Zaragoza Florece ha vuelto a transformar la ciudad en un vibrante jardín, llenando el Parque Grande José Antonio Labordeta y otros rincones de Zaragoza con una explosión de color, arte y sabores. Desde su inauguración el pasado jueves, este festival ha ofrecido a zaragozanos y visitantes una experiencia multisensorial única que combina arte floral, música y gastronomía.
Desde el jueves, los rincones icónicos del Parque Grande se han llenado de impresionantes exposiciones florales creadas por maestros florales de renombre. La Cortina de consciencia, de Jürgen Herold en la Escalinata del Batallador y Sweet Days, de Rosa Valls en el Puente de los Cantautores han sido algunas de las instalaciones más comentadas, deslumbrando a todos con su creatividad y belleza. Estas composiciones han convertido el parque en un museo al aire libre donde cada visitante puede maravillarse ante la fusión de la naturaleza y el arte.
El Quiosco de la Música se ha transformado en un singular museo al aire libre con las creaciones de Carlos Curbelo y Jordi Abelló. Obras como Irrealidad climática y Geometría desplazada han desafiado las percepciones tradicionales, ofreciendo una experiencia artística efímera pero inolvidable. Los visitantes han podido sumergirse en un mundo de formas y colores que han estimulado todos sus sentidos.
Gastroflorece: una ruta gastronómica para el recuerdo
La ruta GastroFlorece, que ha estado activa desde el 16 de mayo, ha llevado la gastronomía floral a los bares, cafeterías y restaurantes de Zaragoza. Los establecimientos participantes han deleitado a los comensales con platos y bebidas donde las flores no solo han sido un elemento decorativo, sino un ingrediente esencial. Desde tapas y raciones hasta meriendas, brunch y cócteles, las flores han aportado texturas, aromas y sabores únicos que han elevado la experiencia culinaria a nuevas alturas.
Entre los restaurantes destacados en esta ruta se encuentran La Clandestina, dirigida por Susana Casanova, que ha impresionado con su enfoque en productos locales y su cocina elegante y refinada. La Despensa del Montal, situada en un palacete histórico, propone lo mejor de la rica gastronomía tradicional en un entorno lleno de encanto. El restaurante El Real ha brindado una muestra de la sofisticación y calidad de la cocina zaragozana, celebrando los sabores locales. Y la coctelería Moonlight, dirigida por Borja Insa, ha sorprendido con su creatividad y calidad en la mixología, haciendo de este local un referente en la escena nocturna de Zaragoza.
Iniciativas como esta no serían posibles sin la colaboración de empresas locales como Innoflower, que ha trabajado con flores frescas, liofilizadas, deshidratadas y cristalizadas, y de otras empresas implicadas como Bodegas Care, Ámbar, AjCash y Petroni.
‘Foodtrucks’ y picnic en el parque Labordeta
El Parque Grande José Antonio Labordeta ha sido el epicentro del festival, donde catorce foodtrucks han ofrecido una amplia variedad de comidas creativas y saludables. Desde el jueves, los visitantes han podido disfrutar de bagels, cocina mexicana y peruana, hot dogs y comida orgánica, todo maridado con una edición limitada de garnacha blanca de Bodega Care, la cerveza local Ámbar y Spritz decorados con flores. Las zonas de picnic y chill out han sido el lugar perfecto para relajarse, escuchar música en vivo y disfrutar del buen tiempo en compañía de amigos y familia.
Zaragoza Florece no se ha limitado al parque. La magia floral ha invadido toda la ciudad. Las fachadas del Teatro Principal, Caja Rural, el Gran Hotel de Zaragoza, el Hotel Palafox y el Hotel Ilunion, así como numerosos comercios, han sido decoradas para la ocasión, creando un ambiente festivo y primaveral que ha encantado a todos.
Una mirada hacia el futuro
Este domingo es el último día para disfrutar de este maravilloso festival. Las actividades continuarán durante todo el día, ofreciendo a los asistentes la oportunidad de explorar las últimas exposiciones florales, disfrutar de las propuestas gastronómicas y vivir la magia de Zaragoza Florece una vez más. Una oportunidad de sumergirse en este mundo de fantasía y celebrar la primavera en todo su esplendor. Zaragoza Florece ha demostrado una vez más que la ciudad es capaz de transformarse en un epicentro de creatividad y belleza, ofreciendo a todos los que la visitan una experiencia inolvidable.