París fría, gris, con esos siglos de historia y de glamour que bordean sus calles, parece haber curado buena parte de las heridas que dejó la pandemia en su cotidiano, por los adoquines, el movimiento de sus ciudadanos ya está de regreso, no hay invierno que detenga el turismo en Francia, este primer año post pandemia abre las puertas a muchas interrogantes sobre su economía. De hecho, Francia vive este martes su segunda jornada de huelgas contra el plan para reformar las pensiones y extender la edad mínima de jubilación hasta los 64 años, que planea el presidente, Emmanuel Macron.
Siendo Francia la séptima economía más grande del mundo por PIB nominal y la décima economía más grande por PPA, esto nos lleva a afirmar que constituye alrededor del 4% del PIB mundial, es importante hacer un balance iniciando el 2023, en esta conversación con el economista Jesús Castillo, del banco de inversión Natixis.
P: Francia es uno de los mayores destinos turísticos a nivel mundial recibiendo millones de turistas cada año gracias al encanto de ciudades como París, pero vemos cómo cada vez más hay gente en las calles durmiendo, en el metro pidiendo, etc. ¿Esto no ha mermado en las ganancias por turismo?
R: No existe ningún estudio (que yo conozca al menos) que establezca una relación entre las ganancias por turismo y las situaciones de pobreza que se pueden ver por las calles en Francia. Desafortunadamente la presencia de mendigos y otras personas durmiendo en las calles de Paris u otras ciudades francesas no es un fenómeno nuevo. Existe desde varias décadas y esto no ha impedido que Francia conserve su rango de primer destino turístico mundial.
A la hora de decidir viajar a Francia, la situación de gran pobreza de una parte minoritaria de la población no parece ser un criterio determinante por parte de los turistas. Esto se puede verificar también en otros países donde la situación social es mucho menos favorable y que siguen atrayendo turismo. El Mundial de Futbol de 2022 es un buen ejemplo de la desconexión entre los estándares sociales de un país y el hecho que los turistas viajen o no. La cuestión es más sensible en términos de seguridad por los turistas. Así, muchos países sufren de una mala reputación en términos de peligrosidad. A la hora de elegir un destino, el criterio de seguridad, que sea real o percibida, tendrá mucha más influenza que el de la pobreza. Al final los turistas suelen viajar a las zonas que por definición son turísticas y en las cuales las autoridades mantienen un nivel elevado en términos de calidad turística para preservar el flujo de viajeros.
P: Sobre la madre de todas las reformas, el gobierno argumenta que, a partir de 2023, el sistema público de pensiones, en el que los trabajadores en activo pagan las pensiones de los jubilados, registrará un déficit que se agravaría en los años futuros.
¿Realmente es un legado de seriedad financiera o bien es un error político?
R: La reforma del sistema de pensiones es efectivamente una de las reformas que más tensiones puede provocar en Francia. El sistema de pensiones es uno de los pilares del pacto social francés. Se sustenta en la solidaridad entre generaciones (a diferencia de los sistemas por capitalización donde cada persona constituye su propio capital según sus propios medios económicos).
Puede funcionar porque los activos de hoy aceptan pagar las pensiones de los jubilados, a condición de tener la certitud que el sistema seguirá vigente cuando ellos mismos se jubilen. Es por esta razón que es muy importante garantizar el equilibrio financiero a largo plazo sin incurrir en deudas que dejarían el peso de la financiación a las generaciones futuras. El equilibrio de sistema de pensiones, mas que ser el fruto de seriedad financiera o de decisiones políticas depende de muchos factores que van evolucionando continuamente. El alargamiento de la esperanza de vida (la anciana mas longeva del mundo ha fallecido en Francia esta semana con 118 años), los cambios demográficos como la bajada de la tasa de natalidad, el nivel de empleo y de paro, las ganancias en productividad son todos factores que cambian con el tiempo y que conducen a ajustar regularmente los parámetros de funcionamiento del sistema.
No existe una reforma definitiva o ideal que permita no tocar nunca mas al sistema de pensiones. Las reformas se encadenan porque son vigentes; el tiempo que todos los factores de los cuales depende el equilibrio financiero del sistema de pensiones son válidos. Cuando estos cambian se necesita reformar de nuevo. Esto es la responsabilidad del Estado de garantizar la solidaridad intergeneracional ya que, al contrario de los activos o de los pensionistas, es el único agente económico que no muere con el tiempo. Las reformas son necesarias para mantener el pacto social que se estableció en Francia al salir de la segunda guerra mundial y como garantes de la defensa de un cierto estado de bienestar.
P: A pesar de los choques, la actividad económica francesa debería seguir resistiendo a principios de 2023. Según el Banco de Francia, su crecimiento debería estabilizarse en enero, tras un ligero aumento a finales de 2022, lo que le permitirá evitar una «dura recesión». No obstante, persisten «puntos de vigilancia» que podrían ensombrecer las perspectivas, como la tesorería de las empresas, el aumento de las existencias, las dificultades de contratación y la energía.
¿Qué opinión me puedes dar al respecto?
R: Francia está atravesando la crisis energética provocada (en parte) por la guerra en Ucrania, sin embargo, tiene resultados bastantes buenos cuando se compara con las otras grandes economías de la eurozona. Su inflación es la más baja de los grandes países de la Eurozona, e incluso mucho mejor que Alemania. Resalta su menor dependencia al gas, medidas de soporte que han resultado eficientes para contener la aceleración de la inflación y proteger el poder adquisitivo de las familias, unos ahorros acumulados durante los confinamientos de 2020 y 2021 que los hogares han podido usar para proteger su nivel de consumo y un mercado laboral resiliente, han permitido a la economía francesa evitar hasta ahora une recesión muy dura.
En los próximos meses, parte de estos factores van a disiparse. La tasa de ahorro debería normalizarse, las medidas púbicas de ayuda se van a reducir gradualmente para concentrarse en los grupos más frágiles, la subida de los tipos de intereses que están llevando a cabo principales los bancos centrales y que van a endurecer las condiciones de acceso al crédito, deberían resultar en un menor dinamismo de la actividad. Pero, aun así, a pesar de un probable repliegue del consumo privado y de la estagnación y la ralentización de la inversión (de los hogares en vivienda y en menor medida de las empresas), la ralentización de la inflación en línea con la actual disminución de los precios de las energías (petróleo, gas y electricidad) debería permitir una estabilización de la actividad en la segunda parte del año. En este contexto, el crecimiento del PIB podría estancarse en el primer semestre antes de rebotar en la segunda parte de 2023. Así es que, excluyendo un nuevo choque externo, Francia debería evitar un episodio recesivo este año, lo que por cierto ninguna institución internacional prevé actualmente.
P: Por último: ¿qué perspectivas económicas se tienen para el año de las Olimpiadas?
R: A estas alturas, en 2024 las perspectivas económicas serian relativamente buenas con un crecimiento del que seguiría recuperándose a 1,5% en 2024 después de 0,5% en 2023 según nuestras previsiones. Obviamente existen muchos factores de incertidumbre que pueden hacer descarrillar este escenario de crecimiento positivo, aunque moderado. La evolución de la guerra en Ucrania es una de las principales incógnitas. Su fin sería un factor positivo en términos de seguridad y de confianza a escala internacional mientras que un estancamiento en una guerra larga pondría a prueba la situación económica europea. La evolución de la pandemia a nivel mundial también es un factor de incertidumbre.
La situación actual en China demuestra que nuevos brotes, con potencialmente aparición de nuevas variantes del virus de la COVID, no se pueden descartar, ni sus consecuencias si resultan necesarios nuevos confinamientos y cierres estrictos. Finalmente, también hay que tener en cuenta el contexto geopolítico internacional y la competición entre Europa y Estados-Unidos para captar las inversiones necesarias al desarrollo de las nuevas tecnologías necesarias para luchar contra el cambio climático y reducir la dependencia a los hidrocarburos. También hay que tener en cuenta la lucha entre EEUU y China por la hegemonía económica mundial y la defensa de dos modelos totalmente opuestos. El entorno económico internacional es muy importante en la medida que puede afectar la salud de nuestros primeros socios comerciales como Alemania o Reino Unido. Estos factores son de naturaleza muy variable y llegan a crear una incertidumbre a escala mundial, por supuesto afectan a países como Francia, aún a pesar de tener una economía bastante estable.