Mujer sola, mujer con cargas familiares, mujer en familia monoparental, mujer sin hogar, mujer con discapacidad, mujer sin empleo, mujer con problemas de salud, mujer víctima de violencias… El 70 por ciento de las personas que piden ayuda a Caritas en la capital son mujeres, que, por el hecho de ser mujer, tienen una doble situación de vulnerabilidad. Por eso, la histórica asociación madrileña asegura este 8M que «la exclusión social tiene rostro de mujer».
Mujer entre 30 y 45 años (un 48%), en situación de desempleo (57%) y extranjera (72%). Es el perfil mayoritario de las personas en situaciones de vulnerabilidad que acuden a Cáritas de Madrid solicitando acompañamiento y herramientas necesarias para salir de la situación de exclusión. «De las 100.000 personas que nos piden ayuda al año, el 70 por ciento son mujeres», aseguran desde la asociación diocesana madrileña. «Por eso este año queremos poner el foco en esta realidad: la exclusión social tiene rostro de mujer»
Doble situación de vulnerabilidad
«Las mujeres tienen una doble situación de vulnerabilidad«, aseguran desde Cáritas. «Por un lado, el hecho de ser mujer ya las coloca en muchos aspectos sociales y económicos en un plan de fragilidad pues son quienes más cargas familiares asumen, quienes tienen las tasas de desempleo más altas y quienes cuentan con empleos más precarios y peor pagados», aseguran los responsables de esta acción social. «Y por otro lado, atendemos a mujeres que están en riesgo o situación de exclusión social, en su mayoría apenas tienen redes de apoyo y que no pueden llegar a fin de mes. En estos casos encontramos perfiles diversos, pero destacan sobre todo aquellas mujeres que no tienen ni hogar ni trabajo y tienen cargas familiares».
La histórica organización pone la voz de alarma en determinados perfiles de vulnerabilidad, aunque siempre con algo en común: ser mujer: «Encontramos cada vez más a mujeres migrantes y familias monoparentales, y en cuanto a sus condiciones laborales, el 24 % trabaja por cuenta ajena y el 17% en economía sumergida»
Y para ilustrar la realidad que se vive en Madrid aseguran que también son mayoría las mujeres con hijos que residen en los cuatro residenciales que Cáritas posee Madrid, donde hay espacio para 238 familias. El lado positivo lo ponen en el voluntariado, donde también hay una mayoría femenina. De las 7.500 personas voluntarias que tiene la organización madrileña, el 72 % son mujeres.
Programas contra la discriminación y por la igualdad
Desde la asociación nacional de Cáritas recuerdan que Ellas somos nosotras, que es nombre que reciben la mayoría de los programas especiales dedicados a luchar contra la discriminación de la mujer en todo el mundo. Empezando por la brecha digital, que es también una brecha de género ya que afecta más a las mujeres mayores.
«Muchas de las mujeres que acompañamos en nuestros programas de atención a personas sin hogar son mujeres que han vivido situaciones de violencia, por lo que es vital ofrecer seguridad y protección», aseguran añadiendo que «para nosotras esta realidad es especialmente dura porque nos expone a situaciones de extrema vulnerabilidad».
Mujer: guerra y conflicto
«La guerra en Ucrania muestra que en los conflictos las mujeres somos más vulnerables. De 17,7 millones de personas que necesitan ayuda humanitaria, alrededor de 9,5 son mujeres», apuntan. «La violencia contra mujeres y niñas es una estrategia de guerra en el conflicto colombiano», señalan apuntando un dato: Al menos 3.9 millones de mujeres tienen necesidades derivadas de la violencia de género.
«Los conflictos agravan la discriminación que sufrimos mujeres y niñas y nos exponen a mayor riesgo de violaciones. En la región del Sahel más de 6,2 millones de personas han tenido que abandonar su hogar; de ellas, el 60% son menores de edad. Más de 5.709 escuelas han cerrado. Las niñas son las primeras en abandonar los estudios por falta de medios o por prácticas como el matrimonio forzado».