«Si la televisión argentina no hubiese censurado el sonido del juicio de las Juntas y se hubiesen escuchado los testimonios, la historia del país hubiese sido distinta porque la gente se hubiese dado cuenta de lo terrible que fue la represión de la gente a la que secuestraban, mataban, les robaban las pertenencias y les robaban las casas». Pocas personas como Miguel Rodríguez Arias, director del documental El Nüremberg argentino, para hablar de la crueldad de la dictadura militar argentina entre 1976 y 1983. «En España lo que ha habido es una un continuismo perfecto de todos los aparatos básicos del Estado, funcionariado, milicia, ejército, policía, Guardia Civil…» Condenado a muerte por el franquismo y con 19 libros publicados, el periodista Manuel Blanco Chivite es una voz más que autorizada para denunciar la barbarie de la dictadura española. La fuerza de la palabra en encuentro único organizado por Crónica Libre.
Por fin, las dictaduras argentina y española, cara a cara. El vídeo del encuentro del periodista y escritor Manuel Blanco Chivite y el director de documentales Miguel Rodríguez Arias al completo. El primero, condenado a muerte en el franquismo. El segundo, responsable del documental que mejor ha plasmado las atrocidades de la dictadura militar argentina entre los años 1976 y 1983.
La cita fue en un garaje, pero no en uno cualquiera. La sede de El garaje, que se vanagloria de ser unas de las editoriales más pequeñas de España. Eso dice Blanco Chivite, uno de sus propietarios, aunque calla que es una de las más grandes y con mayor prestigio en libros de denuncia social, especialmente de la dictadura de Franco.
Derechos Humanos
Un espacio repleto de cultura y libre de fascismo, perfecto para hablar con calma y conocimiento de causa de los abusos de los militares y las policías armadas en las dictaduras de España y Argentina. «Yo soy de la opinión de que una dictadura es básicamente terrorismo de estado«, espetó Manuel Blanco Chivite para abrir fuego dialéctico dejando las cosas claras. Miguel Rodríguez Arias afirmaba con la cabeza… y con el corazón.
Nacidos el mismo mes, del mismo año, aunque en continentes diferentes y con vidas profesionales, en cierto modo paralelas, lo cierto es que sorprendía que ambas personas no hubieran coincidido nunca. Se conocían, evidentemente, ambos sabían de la historia del otro, pero nunca habían tenido la oportunidad de compartir experiencias y opiniones cara a cara. Sólo hay que atender en el vídeo de las miradas de complicidad que hay entre ambos protagonistas para entender de que este encuentro propiciado por Crónica Libre no fue un encuentro más. Y será el primera de muchos otros…
Con las paredes repletas de posters y carteles contra la impunidad de los crímenes del franquismo y frente a la herencia política que los españoles fuimos obligados a aceptar, ambos luchadores por los Derechos Humanos hablaron de El Nüremberg argentino, el documental firmado por Miguel Rodríguez Arias. «Me parece un trabajo excepcional, único y con una calidad técnica impresionante«, dice Blanco Chivite.
«Presentar un documental con un juicio histórico y único en la jurisprudencia internacional no significa de ninguna manera hablar bien de la justicia argentina. El juicio fue censurado porque solamente se podían transmitir por televisión tres minutos sin audio, no se escuchaban los testimonios. Si se hubiesen escuchado, la historia del país hubiese sido distinta porque la gente se hubiese dado cuenta de lo terrible que fuera represión de la gente que no solamente secuestraba ni mataban, sino que además le robaban las pertenencias y le robaban las casas», le contesta Miguel Rodríguez Arias.
Baltasar Garzón
Y este es el punto de partida de una charla excepcional en la que se habla de la importancia de la querella argentina de las víctimas del fascismo en España, a la que tuvieron que recurrir por la imposibilidad de hacerlo aquí. Profundizan largo y tendido de lo atado y bien atado que quedó el franquismo para que nadie pagara por los crímenes cometidos y que nadie tuviera que pedir perdón. Y también hay un protagonista inesperado: el juez Baltasar Garzón.
Por supuesto, no pudieron dejar de hablar de la película Argentina, 1985, protagonizada por Ricardo Darín, que ha ficcionado los juicios a las Juntas que ya retrató Rodríguez Arias en su documental. «En una película que trata sobre un hecho tan cercano, histórico y tan caro para el pueblo argentino, tendría que haber tenido más rigor, no pensar tanto en el Oscar, sino más bien, pensar en ser fiel a la historia»