En la entrevista de ayer el presidente de Francia, Emmanuel Macron sólo logro avivar el fuego del pueblo galo indignado. Se mostró inflexible, y pese a la impopularidad dijo ir hasta el final con la ley, no condenó las protestas más si los hechos violentos que en ellas acontece. Insiste en ser absolutamente necesarias las reformas. Le quedan 4 años de gobierno, todo está desarrollándose día tras día, 12 mil policías movilizados en toda Francia y alrededor de 800 mil manifestantes en las calles, la huelga de recolectores de basura se extiende hasta el lunes 27 de marzo.
El Jefe del Estado intenta imponer por decreto la reforma de las pensiones, fracasaron las dos mociones de censura, pero la presión en París solo aumenta. Los sindicatos franceses se endurecen y le llaman mentiroso por declarar que no ha recibido otras propuestas por parte de los sindicalistas.
Hoy jueves 23 de marzo hay movilizaciones sindicales a nivel nacional convocadas por los CGTF Confédération Française Démocratique du Travail (Confederación Francesa Democrática del Trabajo), sigue la huelga de recolectores de basura, aunque en algunos municipios se ha contratado empresas privadas para evitar una crisis aún mayor que afecte la salud de los ciudadanos.
Los franceses siguen esperando que Macron extienda una mano a nuevas discusiones sobre la ley de pensiones, especialmente sobre la utilización del 49,3, que ha desencadenado numerosas críticas, incluso en la mayoría. Diez millones de telespectadores siguieron ayer la entrevista, en una mayoría desilusionada pero sobre todo angustiados. En el metro, en los pasillos de los supermercados, o sentados en un café parisino, solo se habla de las protestas, la basura acumulada y la imposición del presidente sobre la ley de pensiones.
El inquilino del Elíseo tiene una baja en su popularidad que rompe récord, quiere recuperar el control tras el rechazo in extremis de las mociones de censura contra el Gobierno de Elisabeth Borne en la Asamblea del lunes. «Ni disolución, ni remodelación, ni referéndum», Emmanuel Macron ha decidido hasta ahora dejar a Borne al frente e intentar fortalecer un gobierno que luce altamente vulnerable.
Los franceses siguen esperando que el Jefe del Estado cese la utilización del 49,3, que ha desencadenado numerosas críticas, incluso en la mayoría. Los franceses parecen ya desilusionados, sobre todo angustiados. En el metro, en los pasillos de los supermercados, o sentados en un café parisino, solo se habla de las protestas, la basura acumulada y la imposición del presidente sobre la ley de pensiones.
El economista Jesús Castillo graduado en la Sorbona, especialista del banco de inversión Natixis nos comenta sobre como está siendo afectada la economía.
¿Cómo han afectado a la economía las protestas, la huelga de los recolectores de basura y el paro de transporte?
Para que las protestas tengan un efecto visible de un punto de vista económico tienen que durar muchos más días y afectar a muchos más sectores que los que están en huelga hoy en día. Además, tras las huelgas suele producirse una recuperación que minimiza el impacto en términos de pérdidas.
¿Conoces otras medidas económicas que se puedan tomar para aligerar el peso de la inflación?
El gobierno considera que a partir de ahora la inflación va a frenar gradualmente y que no es necesario tomar más medidas.
¿Cuánto se calcula el aumento en alimentos, servicios, en estos momentos?
Según las últimas estadísticas publicadas por Eurostat para el conjunto de la Eurozona la inflación de los precios de servicios alcanzó 4.8% en febrero, 6,8% para los bienes (no energéticos) y 13,7% para la alimentación no transformada y 15,5% para la alimentación transformada. Todos los aumentos de precios industriales, de energía y de materias primas agrícolas todavía no se han transmitido a los precios al consumo aunque estemos cerca de tocar techo.
¿La política económica de Francia en la actualidad, hacia dónde nos lleva como país?
El panorama político francés es muy incierto. El Presidente y su gobierno se encuentran con una mayoría que depende fundamentalmente de las alianzas que puedan tejer con principalmente los otros partidos del ala derecha del arco político. Excluyendo la externa derecha (Reagrupamiento Nacional) las posibilidades son muy reducidas.
Todo compromiso con el centro-derecha (Los Republicanos) solo podrá prosperar a cuesta de un compromiso político muy elevado para el gobierno. La oposición no faltará en un tal escenario de denunciar las alianzas con el ala más conservadora de la política francesa. Fuera de todo acuerdo, las posibilidades de continuar la senda de reformas parece muy reducida. Este dicho, tampoco se puede anticipar una disolución de la Asamblea Nacional, ya que el resultado de lesiones anticipadas sería por lo menos incierto y en el peor de los casos propulsaría la extrema derecha a la cabeza del gobierno.
¿Qué consecuencias puede traer no implementar la reforma?
A corto plazo no hay consecuencias. El problema es el largo plazo y el desequilibrio de las cuentas públicas que se va a ir agrandando. El resultado será la aumentación de la deuda pública.