Villarejo afirmaba controlar a los fiscales del caso Astapa, como desveló Crónica Libre en exclusiva gracias a un nuevo material sonoro y documental obtenido por este diario. Con esta operación de la UDEF, el policía y sus socios se hicieron con el control del urbanismo de Estepona (Málaga). Nuevas pruebas reafirman, según las fuentes consultadas, que los fiscales Juan Carlos López Caballero y Valentín Bueno protegieron estos actos.
Los fiscales del caso Astapa, operación que desmanteló el Ayuntamiento de Estepona (Málaga) en el año 2008, Valentín Bueno y Juan Carlos López Caballero protegieron las actuaciones del comisario José Manuel Villarejo incluso cuando la Unidad de Asuntos Internos de la Policía (UAI) les avisó de las operaciones inmobiliarias que desarrollaba en Estepona en general y en Astapa en particular.
El 7 de abril de 2016, 18 meses antes de la detención de Villarejo, la UAI emitió un informe, cuya primera página se adjunta debajo:
Este informe, de más de 100 páginas recogía las operaciones presuntamente ilegales de Villarejo, sus socios y otros policías. Dentro se mencionaban las andanzas del comisario en Estepona en, al menos, 136 ocasiones, a alguno de los socios de Villarejo como Juan Carlos Escribano o Diego de Lucas en 14 ocasiones e incluso le dedicaba algunos párrafos a la participación de Villarejo en varias de las Piezas del caso Astapa como El Mirador de la Cala. En resumen, un rosario completo de denuncias y advertencias de lo ocurrido en Estepona y la operación policial de Astapa.
El informe destinado a la Fiscalía Anticorrupción dirigida en ese momento por Antonio Salinas, ni siquiera fue procesado, ni investigado ni judicializado. Simplemente fue remitido a la Fiscalía de Madrid, que dirigía Manuel Moix, donde quedó sepultado en un cajón. En él se recomendaba la investigación de Villarejo y hasta 63 de sus socios incluyendo a los mencionados De Lucas y Escribano.
Investigación paralizada
La investigación del entramado societario de Villarejo, se presentaba un mapa bastante detallado.
Y hasta 92 inmuebles del comisario se incluían un en largo listado, muchos de ellos situados en Estepona.
La Fiscalía Anticorrupción actúa como cuerpo único, que significa en palabras llanas, que cuando un fiscal tiene conocimiento de un hecho, toda la Fiscalía tiene conocimiento de ese hecho. Y aplicado a este caso, significa que, cuando este documento de la UAI llegó a la Fiscalía Anticorrupción, es como si hubiera llegado a las manos de Bueno y López Caballero.
Pero, además de este evento de 2016, donde Caballero y Bueno podrían argumentar su desconocimiento, lo cierto es que tuvieron contacto directo con dicho informe.
En 2019, cuatro de los acusados, el exalcalde Antonio Barrientos, Manuel Barroso, Arturo Cabrían y José Flores obtuvieron una copia del mencionado informe de la UAI y procedieron a presentar una serie de escritos dirigidos al Juez de Instrucción de Astapa para que fuera tenido en cuenta.
Sin embargo, el propio fiscal Valentín Bueno contestó a estas peticiones solicitando al Juzgado que el informe de la UAI y todas sus evidencias fueran rechazadas a pesar de que el comisario Villarejo se encontraba, en esas fechas, en prisión provisional y con más de una veintena de piezas separadas abiertas contra él y sus clientes en la Audiencia Nacional. Aquí el escrito:
De policía ejemplar a investigado
Pero lo más incongruente por parte de los fiscales estaba por llegar. Hace dos semanas, al comienzo del juicio de Astapa, durante las cuestiones previas el fiscal Bueno tomó la palabra para manifestar las dos cosas que podemos escuchar en el audio siguiente:
Fiscal Valentín Bueno: Que a finales del año 2006, Villarejo era inspector jefe en la Comisaría General de Policía Judicial. Que en aquel momento el señor Villarejo tenía su prestigio profesional intacto y no tardó en ascender a la categoría de comisario. Tampoco tardó mucho en recalar en la Dirección Adjunta Operativa de la Policía Nacional, eso es un hecho claro y la fuente es el informe que aportó en su momento la defensa del señor Barroso que yo leí con interés, no dudo de su autenticidad, venía de Asuntos Internos y que, en mi opinión, no debió de serle devuelto.
Primero, el fiscal plantea que cuando el comisario Villarejo estuvo rondando por el caso Astapa se trataba de un policía ejemplar con su prestigio intacto. Sin embargo, Bueno se olvida de que el comisario Villarejo ya fue investigado entre los 80 y los 90 por sus compañeros y que en la propia causa Tándem, que investiga su misma Fiscalía Anticorrupción, hay contrataciones constatadas de los años 2004 y 2005 para las cuales se sirvió de la UDEF como desvelamos en el reportaje Villarejo llevaba a los imputados en Astapa a la UDEF y los hombres de Olivera cambiaban los informes según los intereses de los comisarios.
Además, cada vez que Villarejo desplegó su red de policías presuntamente corruptos, hablaba directamente con López Caballero o con el fiscal compañero de Bueno o les enviaba emisarios. ¿Nunca se preguntaron Bueno o López Caballero cuales eran las intenciones de Villarejo? ¿No se dieron cuenta de que toda la información de la investigación del caso terminaba directamente en la prensa a los pocos días, incluso con la causa secreta? ¿No les extrañaba que un policía que no tenía asignada ninguna función en el caso estuviera maniobrando en él todos los días? Ni cómo les llegaban documentos de un día para otro que no habían sido encontrado en los registros, como se escucha en este audio de 2009 entre el nuevo gerente de Urbanismo, Diego de Lucas, y Villarejo, y que reprodujimos en el reportaje Las cloacas de la Justicia: Villarejo afirmaba controlar a los fiscales de Astapa:
Villarejo: "Es muy probable que como él [el alcalde David Valadez] está todo el día con él fiscal [Valentín Bueno], él te coja y te diga "pum, pum". A tí te da igual porque tú lo tienes en la cabeza, ¿sabes?. Entonces él está todo el día con Valentín [Bueno], está todo el día con tal, con Valentín que es el fiscal de allí que lleva el tema, entonces coge y le dice "oye, tengo este tema". Sin perjuicio de eso, obviamente yo a José Luis [Olivera] no sé si tenemos una reunión hoy con varios colegas y no sé si comeré hoy o le veré por la tarde, y le digo "oye, darle un toque a Valentín...". Pero claro, eso tiene que ser cuando ya tenga el papel el alcalde.
Diego de Lucas: Lo tengo preparado. Mañana a más tarde, mañana por la tarde se lo doy.
V: Y cógete una copia y entonces lo pasteleas con él. Si él se agobia mucho, le dices "Tronco, yo creo que es bueno para ti y es bueno para mi. De todas maneras, si tienes dudas, háblalo con la gente de Madrid [se refiere a Olivera y el grupo de la UDEF] o háblalo con Pepe [Villarejo] o con José Luis [Olivera]" .
El tribunal medita sobre la nulidad
Segundo, Bueno hizo referencia al informe de la Unidad de Asuntos Internos de la Policía que presentamos anteriormente y rechazado por el juez instructor a petición del propio Bueno. Pero para asombro de los presentes, a continuación, afirmó que ese informe nunca debió ser rechazado y debió incorporarse a la causa sin hacer mención de que fue él mismo el que solicitó que no fuera tenido en cuenta.
Ahora parece que a la Fiscalía Anticorrupción le toca recular. Ha debido darse cuenta de que el citado informe relataba las ilegalidades de la operación Astapa con mucho detalle, al igual que en otras de gran calado. En el caso que ahora se juzga en Málaga, y para el que la Sala ha tenido que tomarse más de dos semanas para deliberar si realmente se ha de seguir con el juicio o no, se llegó a investigar al entonces ministro de Defensa José Bono y a su familia, buscando una financiación ilegal del PSOE que nunca encontraron pero que fue publicada en la revista Interviú por otro de los hombres del comisario, Daniel Montero. Sería sorprendente que la UDEF hubiera hecho esos seguimientos sin la autorización de fiscalía y la juez instructora, pero nadie ha contestado aún a esa pregunta.
Bueno, al igual que López Caballero, conoció a Villarejo desde la presentación de la denuncia en la UDEF en 2006 que dio lugar a este caso, estuvo en contacto con el propio Villarejo y su socio Olivera a lo largo de toda la instrucción, en 2016 la Unidad de Asuntos Internos le informó de las actividades ilícitas de Villarejo mediante el informe que hemos presentado, en 2019 tuvo en sus manos el mismo informe presentado por los acusados o víctimas, ya se verá, y hoy estamos en 2023. Han pasado 17 años de escarnio público y Bueno sigue haciéndose el “despistado».
A ver si al final, esta causa va a terminar como el caso Cursach en Mallorca, con el juez y el fiscal detenidos, acusados y con una petición de penas de más de 100 años.
