Joseph Alois Ratzinger murió el 30 de diciembre de 2022 a los 95 años en Ciudad de Vaticano. Fue Papa desde 2005 a 2013. Nació en la pequeña localidad bávara Marktl am Inn en 1927 en una familia humilde y, en 1943, el ejército alemán lo reclutó como ayudante de la aviación alemana en la Segunda Guerra Mundial del que desertó en 1944 con 17 años. Militares de los EEUU lo detuvieron y mantuvieron preso hasta que pudo esclarecerse su identidad. Fue miembro de las Juventudes Hitlerianas desde los 14 años debido a que todos los jóvenes mayores de 14 años a partir de 1939 debían pertenecer a esas juventudes (HJ Hitler Jugend). Los nazis diferenciaban entre los que pertenecían por convicción (Stamm-HJ) o por coerción (Zwangs-HJ). Estos últimos no eran beneficiarios de tarifa reducida en la escuela, que era el caso de Ratzinger.
Después de la guerra estudió teología y se ordenó sacerdote en 1951, se doctoró en 1953 y logró la venia legendi en 1957, llegando a ser catedrático de teología con 31 años. Impartió clases de teología dogmática y teología fundamental. Sus escritos teológicos rezuman brillantez, conocimiento profundo de historia y filosofía además de una capacidad de exégesis sin parangón. Los literatos lo ubicarían entre los conceptistas como Quevedo o Gracián. Sus compañeros de carrera afirman que era amante de la poesía desde la más temprana niñez y esta pasión por la lírica se podía divisar en sus escritos de prosa diáfana y sencilla en la forma pero, a la vez, impactante en la elaboración del contenido.
Actividad docente y primeros cargos en la jerarquía eclesiástica
Su legado escrito es impresionante porque su vocación siempre fue académica, los puestos administrativos o de ostentación de poder no le atraían lo más mínimo y llegaron después de dos décadas de dilatada trayectoria académica. El Papa Pablo VI lo nombró arzobispo de Munich y Freising en 1977, cargo que ostentó hasta 1982. A este nombramiento se opuso Ratzinger, pero aceptó por disciplina y obediencia al Papa. Precisamente fue nombrado porque había destacado como brillante exegeta y orador. Juan Pablo II lo nombró Prefecto para la Doctrina de la Fe, antiguo Tribunal de la inquisición, al objeto de preservar la doctrina católica y combatir falsas doctrinas. Ya lo quería en ese puesto en 1979, pero fue nombrado en 1982. Dejó ese cargo cuando fue elegido Papa en 2005. Según sus propias palabras, Ratzinger puso la condición de poder seguir escribiendo libros, condición que Juan Pablo II aceptó.
A la muerte de Juan Pablo II fue elegido Pontífice en la cuarta votación
Las tres primeras se anunciaron con fumatas negras, la cuarta con fumata blanca. Los rotativos alemanes titulaban «Somos Papa». Cordial pero de mano férrea, se ganó el mote de Panzerkardinal o Rothweiler de Dios. En el documental, Benedicto in Memorial de DW (minuto 18:40) anunció que el Vaticano pondría a disposición de los historiadores toda la documentación que se guarda allí.
«Esperamos que los investigadores no creyentes podrán decir que la Inquisición no fue tan mala. De hecho era más avanzada que la justicia de la época, pues creó posibilidades de defensa, obligación de dar audiencia, etc. No nos engañaremos. Había injusticias. Muchas cosas salieron mal.» Alemania tiene en su haber a muchos curas excomulgados o a quienes se ha prohibido el sacerdocio por apartarse de la doctrina oficial, como es el caso de Eugen Drewermann a quien se le prohibió el ejercicio del sacerdocio en 1991, el cual apostató en 2005, cuando fue nombrado Papa Ratzinger.
De moderado, a conservador y autoritario
Ratzinger acabó siendo un clérigo conservador después de haber participado activamente y muy ilusionado en el Concilio Vaticano II desde 1963 a pesar de su juventud porque, a raíz de esos intensos debates, le surgieron numerosas dudas. Tal vez se explique parte de la deriva conservadora del tímido y recatado Ratzinger debido a la rivalidad con el cura y teólogo suizo Hans Küng, el teólogo estrella de la Universidad de Tubinga que le ofreció una cátedra en esa universidad, pero Ratzinger declinó según cuenta Küng en un documental de Deutsche Welle.
Tubinga era la vanguardia y Ratzinger se fue a la retaguardia de la Universidad de Regensburg, en su Bavaria natal según relata Küng (minuto 18). Küng tenía un ego potente y era más afín a la teología de la liberación que Ratzinger rechazaba por sus tendencias marxistas. Küng se convirtió en el crítico más reputado de la Iglesia católica y, por ende, de Ratzinger. Los precursores de la teología de la liberación fueron pastores protestantes suizos y alemanes y la vertiente católica nació en Francia del movimiento que se denominó «sacerdotes obreros». Se da la circunstancia que el protestante Dietrich Bonhoeffer (1906-1944) fue ejecutado por los nazis en 1944 el mismo año en el que Ratzinger desertó del ejército nazi.
Los estudiantes irrumpían en sus clases de teología de la universidad y alborotaban
Las revueltas estudiantiles de 1968 le hicieron escorar hacia una posición aún más conservadora desde una posición inicial de tímida apertura en el Concilio Vaticano II ya que consideraba que la homosexualidad era pecado, el aborto y la eutanasia crímenes. Los estudiantes irrumpían en sus clases de teología de la universidad y alborotaban, según cuenta Hans Küng en un documental de Deutsche Welle, pero también lo hacían con otros catedráticos de otras disciplinas al tiempo que gritaban «Unter den Talaren, der Muff von Tausend Jahren«.
Ratzinger era un acérrimo detractor de las teorías cuir a las que tachaba de «dictadura mundial de ideologías aparentemente humanistas» al tiempo que alertó sobre la fabricación de seres humanos en laboratorio según la biografía de Peter Seewald de 2018. En su encíclica de 2005 luego de ser nombrado Papa, diserta sobe el concepto del amor en un texto retóricamente brillante además de bien fundamentado en fuentes bíblicas, históricas y filosóficas en el que llega a citar a Friedrich Nietzsche. Describe el amor como entrega al prójimo. «Mi prójimo es cualquiera que tenga necesidad de mí y que yo pueda ayudar.» «Quien quiere dar amor, debe a su vez recibirlo como don. Su testamento espiritual, cuyo texto original en alemán redactó en 2006, se ha publicado después de su muerte en VaticanNews el 31 de diciembre de 2022 a las 19:36. En él, invita a todos a mantenerse firmes en la fe.
El turbio asunto de los abusos sexuales perpetrados por curas católicos
La renuncia al papado en 2013 y la presunta connivencia con los numerosos escándalos sexuales en el seno de la iglesia y aflorados en su papado están en el foco de los artículos que se publiquen los días después de su muerte. En cuanto a lo primero, muchos comentadores lo interpretaron como signo de secularismo. Sin embargo, reitera en su biografía que su salud precaria fue el motivo de renuncia al papado. No le permitía rendir tal y como exigía el cargo de Papa. En cuanto a lo segundo, fue Ratzinger quien, entre 2011 y 2012, destituyó a más de 400 curas por acusaciones de abusos sexuales a niños como ya informara en enero de 2014 FAZ.
La destitución es la pena más grave que se puede imponer a un cura según el Derecho Canónico. En el libro I, título IX, capítulo II se regula la pérdida del oficio eclesiástico. Los artículos 192-196 son los que fijan los procedimientos en casos de extrema gravedad. Y el artículo 1395 párrafo 2 incluye este tipo de caso bajo el delito del sexto mandamiento «El clérigo que cometa de otro modo un delito contra el sexto mandamiento del Decálogo, cuando este delito haya sido cometido con violencia o amenazas, o públicamente o con un menor que no haya cumplido dieciséis años de edad, debe ser castigado con penas justas, sin excluir la expulsión del estado clerical cuando el caso lo requiera.»
Introdujo la política de cero tolerancia contra los abusos sexuales
En años anteriores a 2011, fueron muchos menos, pero es innegable que Ratzinger actuó en cientos de casos porque fue precisamente él quien introdujo la política de cero tolerancia contra los abusos sexuales según SFR. Ya bajo Juan Pablo II, en 2001 se instó a los obispos que enviasen al Vaticano todos los datos de abusos sexuales a los que les diesen credibilidad. Ratzinger se lamentaba ya antes de ser elegido Papa en 2005, cuando era cardenal, de que los obispos no habían obedecido esta orden y se limitaban a trasladar a los abusadores a otros destinos. Por tanto, no todos los casos conocidos por obispos y arciprestes llegaron hasta el Vaticano. En 2011 le informaron de 404 y en 2012 de 418 nuevos casos de abusos sexuales a nivel mundial.
Pensemos por un momento toda la documentación que es necesario recabar, catalogar, leer y examinar para tomar la decisión de expulsar a un cura del sacerdocio y multipliquémoslo por cientos de casos. Sumando solo las expulsiones mencionadas nos da una idea del tiempo que dedicó a este asunto, tiempo que sacrificó de su verdadera vocación, el trabajo académico. En una carta de 82 páginas fechada el 14 de diciembre 2021 en Ciudad de Vaticano y en respuesta a una batería de preguntas del bufete de abogados Westpfahl-Spiker, Ratzinger se congratula del cambio de percepción y actitud en clave ética en la sociedad en lo que se refiere a los abusos sexuales y responde de forma muy lúcida y documentada a todas las preguntas que se le plantean. Niega que fuese conocedor de los abusos sexuales perpetrados por cuatro curas en su diócesis mientras era arzobispo. El hecho de que escriba «deren Schicksale mir sehr zur Herzen gehen…» muestra que este documento fue escrito por una persona que no domina bien el alemán. Tal vez fue su secretario.
Casos de abusos sexuales cuando ostentó el cargo de arzobispo en Munich y Freising
No se puede saber a ciencia cierta si actuó de forma correcta en todos los casos de los que tuvo noticia porque estaba citado a declarar en sede judicial en enero de 2023 por un caso de hace cuatro décadas cuando él era arzobispo de Munich entre 1977 y 1982, pero él no se había opuesto a esa declaración en el juzgado. De hecho, ya había respondido extensamente a las preguntas planteadas por el bufete de abogados Westpfahl-Spiker que han recopilado las preguntas a las diócesis de Munich y Freising así como los informes periciales en un documento de 2000 páginas.
Puede usted leer la respuesta de Ratzinger sobre cuatro casos en el anexo 2 en alemán (Anlage 2) y el cruce de datos de informes periciales y respuesta de Ratzinger en las páginas 682-754. Ratzinger niega haber conocido las acusaciones y condenas de los cuatro curas en cuestión en el tiempo que fue arzobispo. Las dos cuestiones fundamentales son si Ratzinger era conocedor de los abusos y si actuó conforme a lo dispuesto en el derecho canónico y demás normativas vigentes en aquel momento. Los abogados de las víctimas concluyen que no se le puede probar a Ratzinger que fuese conocedor de los detalles en tres casos que son objeto de estudio pero hay un caso de un cura convicto familiar de un obispo de otra diócesis en el que Ratzinger afirma desconocer el motivo de su condena. Los peritos no le dan credibilidad y le acusan de ocultar este caso a la opinión pública (página 717).
Para ponerlo en contexto, este documento aborda 119 casos de abusos sexuales ocurridos en las diócesis de Munich y Freising entre 1945 y hoy además de la respuesta de la curia al respecto, en concreto cuatro de Ratzinger (1977-1982), cuatro del cardenal von Faulhaber (1917-1952), ocho del cardenal Wendel (1952-1960), 14 del cardenal Döpfner (1961-1976), 21 del cardenal Wetter (1982-2008), dos del cardenal Marx (2008-ahora), ocho del vicario general Buchwieser (1932-1953), 13 del vicario general Fuchs (1953-1960), siete del vicario general Defregger (1962-1968), 22 del vicario general Gruber (1968-1990-93), 11 del vicario general Simon (1990-2009), cuatro del vicario general Beer (2010-2019), 11 del oficial Wolf (1997-hoy). Ante este escenario y ante evidencias similares en los EEUU en 2001, en Austria en 2004, Australia en 2008, Irlanda en 2009, Alemania en 2010, ya en 2008 con motivo de su viaje a los EEUU pidió perdón por todo el mal causado por hombres que habían sido miembros de la curia. Un conato de sinceridad y humildad sin precedentes en la iglesia católica. Llama mucho la atención el desigual impacto mediático de los 4 casos de Ratzinger y los 115 restantes solo en Baviera. Y me sorprende aún más que los abusos sexuales, que también se conocen en España, tengan escaso interés mediático y la Conferencia Episcopal en bloque guarde silencio. ¿Se adhirieron los obispos españoles a la orden vaticana de enviar todos los casos conocidos al Santo Padre?
Purga de curas pederastas
De hecho, la purga de curas pederastas en la iglesia católica continúa a pesar de que hayan prescrito sus delitos. Llega muy tarde, pero llega. Además, los mecanismos de denuncia implementados en 2019 están estrechando el cerco a todos aquellos curas que decidan tomar la senda de los abusos sexuales. La investigación de los casos de abusos sexuales es, sin duda, el legado de Ratzinger por mucho que algunos quieran atribuirle el delito de encubrimiento de pederastas.
No ocurrió lo mismo con Juan Pablo II ni con los anteriores Papas tal y como parece señalar el Informe de la Iglesia Apostólica Romana para el Reino Unido realizado de forma independiente bajo la dirección de los catedráticos Alexis Jay y Malcolm Evans KCMG OBE y publicado en noviembre de 2020. En los papados anteriores a Ratzinger ni se planteaba la cuestión de la investigación de abusos sexuales tal y como muestra el informe realizado en Reino Unido. Si salieron tantos casos a la luz no fue por que Ratzinger se ocupase de ocultarlos, antes al contrario.
No me extrañaría, pues, que quienes sí tenían interés por ocultarlos, fuesen los que lanzasen campañas contra él acusándolo de ser encubridor de delitos horrendos para que depusiese de su actitud. Sin duda, son los que más tiempo ganan mientras se mantenga viva esta polémica. Tal vez, no tenía fuerzas para seguir investigando todos los nuevos casos de abusos sexuales que fue conociendo en su cargo de Papa tal y como se lo dictaba su conciencia y decidió renunciar al papado a sus 86 años en 2013. Lo cierto es que le causaron profunda consternación.
Conocedor de la historia universal y las corrientes filosóficas antiguas y modernas
Toda la prensa alemana se hace eco de su muerte repasando los momentos más importantes de su dilatada biografía. TAZ subraya que no tenía ni carisma ni podía empatizar con la gente como el Papa actual. Está claro que no era un show man pero sí un gran retórico con una profunda capacidad de síntesis. Me limitaré en lo que sigue, pues, en exponer algunas facetas menos conocidas de Ratzinger. Como catedrático de teología en diferentes universidades alemanas se le conocía por su intelecto ágil y capacidad de síntesis sin parangón. Sus alumnos lo recuerdan como alguien que no huía de preguntas incómodas. Fue un ávido lector y apasionado escritor que consideraba que vivíamos en la dictadura del relativismo que rechazaba de plano.
No concebía que pudiese haber millones de verdades distintas. Conocía las corrientes filosóficas a lo largo de la historia en profundidad y era capaz de extraerles enseñanzas que integraría en sus escritos, lecciones magistrales, homilías y demás discursos. La filosofía y la fe no eran disciplinas excluyentes para él, sino que ambas eran fuentes de conocimiento. Ahora bien, postuló que la fe no es madura si se desliza en las olas de la moda y sigue la última innovación. De ahí que excomulgase a siete sacerdotisas ordenadas como por un obispo díscolo en Latinoamérica.
Se trata de Christine Mayr Lumetzeberger, Adelinde Theresia Toitinger, Gisela Forster, Iris Mueller, Ida Raming, Pia Brunner y Angela White. Y su argumento era que Jesús solo eligió a discípulos varones. Ahora bien, Ratzinger apoyó la candidatura a una cátedra de teología en la Universidad de Regensburg de su antigua compañera de estudios de teología la catedrática Elisabeth Gössmann, aunque no lograse ser nombrada catedrática porque los tiempos no estaban preparados para tener una catedrática de teología católica. Que aceptase una mujer como teóloga en su más alto peldaño pero no como sacerdote tiene que deberse a alguna razón que se llevó a la tumba.
Alemania parió al reformador Lutero, pero también a Ratzinger. El primero abrió las puertas al sacerdocio de las mujeres, el segundo las cerró. Les une su empeño y tesón en la búsqueda de la verdad por medio de trabajo metódico en incansable cuestionando todo aquello que parece, a primera vista, ser verdad inamovible. Y me atrevería a decir que también al alemán Karl Marx cuya crítica de la religión es bien conocida y a quien tanto se refería Ratzinger. En su concepción del ser humano, los tres no estaban tan alejados. Vaya trío.
Enseñanzas filosóficas y religiosas e intervención en el Bundestag
Era conocedor de la historia mundial y alguna que otra cita desencadenó olas de críticas en el mundo árabe por citar las palabras de del emperador bizantino Manuel II. Palaeologos en 1391 cuando debatía con un persa cultivado que, a su vez, había citado el catedrático de teología Theodore Khoury de la Universidad de Münster. Esta lección magistral la dio en Regensburg en septiembre de 2006 después de muchos años de no haber pisado un anfiteatro universitario. Esto indica que también leía los textos académicos modernos. Había incluido esta cita para ilustrar la tesis de que no se llega a la fe por la fuerza sino por medio de la persuasión y, precisamente eso, es lo que diferencia el islam del cristianismo. De hecho, el corán ordena conversión forzosa por medio de la espada. Las críticas no se hicieron esperar.
En un marco parecido se circunscribe un discurso en el Bundestag el 22 de septiembre de 2011 cuando Angela Merkel era cancillera. Disertó sobre el concepto de estado de derecho y los deberes de los políticos en una intervención retóricamente brillante recordando episodios de la historia alemana y tachando a los nazis de una banda de ladrones.
Nos ha tocado vivir el poder separado de la ley, el poder contra la ley, pisoteado la ley y el estado convirtiéndose en un instrumento de destrucción de la ley: una banda de ladrones muy bien organizada que amenazaba al mundo entero y lo llevaba al borde del abismo.
Si bien su discurso tenía un fuerte trasfondo religioso, citó las reflexiones de numerosos pensadores a lo largo de la historia recordándoles a los políticos presentes en la Cámara Baja cuál debía ser su cometido. Les recitó del Libro de los Reyes y la historia de Salomón y se la explicó con el trasfondo filosófico que había esbozado en su discurso para esa ocasión.
En este relato, la Biblia quiere decirnos lo que, en última instancia, debe ser importante para un político. Su vara de medir última y la razón de su trabajo como político no debe ser el éxito, y mucho menos la ganancia material. La política debe ser un esfuerzo por lograr la justicia y así crear las condiciones básicas para la paz.
Estas últimas palabras parece no hicieron mella en algunos políticos que ahora se sientan en los escaños del Bundestag y han hecho todo lo posible para entrar y continuar en la guerra de Ucrania. Me refiero a todos aquellos cargos electos que carecen de los conocimientos y de la capacidad intelectual suficientes para entender el significado de un discurso de esta índole. O, simplemente, confunden de forma interesada Macht (poder) con Recht (ley).
Les vendría bien a todas las medianías que ocupan escaños en el Bundestag repasar el contenido de este discurso ante el mismo. Y es que la moda de practicar el ad hominem preventivo al objeto de no leer el contenido de los textos pero enjuiciándolos en base a una palabra clave ya ha llegado a los salones con alfombra roja de Alemania donde merodean políticos de fuertes colores más interesados en Macht que en Recht. A estos dos conceptos dedicó Ratzinger su intervención en el Bundestag.
Ruhe in Frieden.