La erupción del volcán Cumbre Vieja el 19 de septiembre de 2021, cambió la vida de más de 7.000 vecinos de las poblaciones situadas en la zona, obligándoles a evacuar sus casas. La lava provocó cuantiosos daños en infraestructuras y bienes, tanto públicos como privados. El volcán arrasó cultivos y explotaciones. El Gobierno y el Cabildo prometieron ayuda a los damnificados. Crónica Libre habla con varios de los afectados que, un años después, unos siguen sin recibir la ansiada ayuda y otros sin poder regresar a sus casas y sus vidas.
Por Patricia Espinar
Muchos de los damnificados de los municipios afectados por la erupción de La Palma se quejan de que todavía están esperando por una vivienda y los agricultores siguen sin saber que les depará el futuro. Un año más tarde, las ayudas han llegado a la Administración, pero en mucho de los casos, no han llegado a sus destinatarios finales. Según publica el Gobierno, desde que se produjo la emergencia, el Ministerio del Interior ha transferido subvenciones al Gobierno canario por valor de 17 millones de euros y ha repartido otros 26,8 en ayudas a familias que sufrieron daños personales o materiales como consecuencia de la erupción
Según Interior, 5,5 millones se han destinado a sufragar la adquisición de 107 nuevas viviendas para el realojo de damnificados que perdieron su hogar. Los cinco restantes para la adquisición y reposición de enseres de primera necesidad destruidos durante la emergencia. Pero muchos damnificados siguen sin ver ni un euro. ¿Dónde están las ayudas?
El problema de la vivienda
Crónica Libre ha hablado con Fátima Ramos de la Plataforma de Afectados por la Erupción Volcánica del Volcán Cumbre Vieja 2021. «Estamos viendo cómo están esparciendo constantemente millones por aquí, millones por allá. Millones para más lejos, para obras diferentes. Pero no sabemos cuál es la planificación final. No hay planificación, no hay ficha financiera, por lo menos a nosotros como plataforma no nos las han hecho llegar. Les encantan sacar estadísticas y resúmenes sobre las ayudas entregadas».
Los damnificados muestran su indignación con la forma de gestión. «Para nosotros, ha habido una gestión nefasta ante el Gobierno. Seguimos con mucha incertidumbre, desesperados y sin saber qué hacer. Sin saber qué va a pasar con las propiedades que están debajo de la lava. Si vamos a recibir alguna indemnización, si nos van a expropiar y cómo lo van a pagar. Estamos pidiendo que se cree un consorcio, un organismo concreto, que esté constituido por administraciones, técnicos y afectados para una reconstrucción correcta de la isla» asegura Fátima.
«Cuando dicen que han entregado 565 millones de ayuda, pues los ojos se nos abren como platos. Realmente el afectado, ese dinero no lo ha recibido. Lo han invertido en hacer actuaciones para el afectado, como es comprar vivienda modular, adquirir vivienda en edificio ,acondicionar el suelo… pero todo eso, al fin y al cabo, no es nuestro. Eso es de la administración pública. Nos indigna que, hoy por hoy, sigan a ese ritmo y no se den cuentan los gobernantes que que La Palma necesita otra actuación diferente. No necesitamos una rotonda conmemorativa, necesitamos las ayudas de los sesenta mil euros, que el Gobierno de Canarias por fin publicó en el Boletín Oficial, los treinta mil euros que prometió en marzo, que los enseres terminen de llegar».
Afectados de primera, de segunda y de tercera
«Los afectados vamos a destiempo, es decir, no a todos nos llega en tiempo y forma. A veces piensas que hay afectados de primera o de segunda o de tercera. Unos ya han recibido todo, pero hay otros que no han recibido nada y hay otros que han recibido una parte. Incluso hay gente que todavía está pendiente de recibir enseres y otras cuestiones. Otra cosa muy importante es que si no se legisla y se hace una ley del territorio, adecuada para poder trabajar y reconstruir sobre lo que está sobre la lava, no se va a poder construir en muchas zonas, con lo cual hay que buscar suelo. Pero en esa zona hay agricultura y no vas a expropiar para poner agricultura fuera de la lava«
Perder lo poco que se salvó
Cecilia García, de la Plataforma de Afectados por la Carretera de la Costa, asegura a Crónica Libre que muchas familias temen perder lo poco que han salvado. «Se plantearon la reconstrucción de infraestructuras dañadas por el volcán, sobre territorio no afectado. Nos enteramos que se iba construir un nuevo tramo de carretera, a más de 700 metros de las coladas. Entendemos que las carreteras hay que restituirlas, para que las personas puedan llegar a las casas, que están todavía en pie y están aisladas y a las fincas que todavía están en productividad y no se puede llegar. Pero sin perjudicar a la gente, porque nuestro lema siempre ha sido que no nos quite la Administración lo poco que nos dejó el volcán«.
Después de varios meses de lucha, las administraciones se han sentado a negociar. «Hemos llegado a acuerdos para que haya una afección socialmente mucho menor, de la que en un primer momento había. Todavía hay muchos puntos que confirmar con las administraciones, pero sí es verdad que tenemos al Ayuntamiento Tazacorte se haposicionado del lado de los vecinos, por lo cual es una maravilla muy reciente. El Gobierno de Canarias se pondrá en contacto con nosotros, para buscar alternativas a ese trazado que no destruya más de lo que ya destruyó el volcán«
El problema del plátano
Maria Angelina Díaz tiene una plantación de plátano, cuya cosecha quedó debastada por la lava del volcán,»Yo puedo decirte, que por el momento yo he recibido nada. A no ser las subvenciones, que solemos recibir como agricultores, pero de siempre. Pero esas famosas ayudas de ceniza, que creo que la han llamado así, no han llegado. No hemos recibido nada, supuestamente, a final de mes van a ingresar una ayuda«.
Maria Angelina es de las afortunadas, hay gente como Ricardo Alfonso Rodríguez que lo ha perdido casi todo y aún están esperando soluciones. «Perdimos todo como el que dice, la casa donde nací yo, y toda mi familia. Perdimos una casa que era de mis abuelos, que pasó a mis padres y después a mi. Además de fincas propias de mis padres. Hemos perdido plátanos en propiedad de mis padres y también nuestro negocio. A día de hoy solo hemos recibido la ayuda del alquiler donde seguimos, ya que soy autónomo y estoy en cese de la actividad. Pero nunca podremos recuperar la laguna donde nací, Todoque … todo eso más nunca lo veremos».