Nuestra compañera Nuria Coronado entrevistaba hace unos días en Crónica Libre a otra reconocidísima periodista Feminista, Lola Venegas, coautora del libro La Guerra más larga de la Historia. 4.000 años de violencia contra las mujeres. Y precisamente voy a reproducir la última reflexión de Lola Venegas al cierre de su entrevista como punto de partida del desarrollo de mi artículo: ”No se me ocurre mayor traición que defender que mujer es cualquiera que diga que se siente una mujer, lo que implica negar la existencia material de las mujeres, pero implica también, inevitablemente, negar que la violencia y la discriminación que padecen las mujeres tienen como causa el haber nacido mujeres. Esto último es lo mismo que dice la extrema derecha, con la diferencia de que la extrema derecha no pretende ser feminista.”
La veracidad del análisis de Lola Venegas lo puedo documentar porque en la Comunidad Valenciana tenemos la desgracia de padecer como Consellera de Justicia e Interior a Elisa Núñez (Vox), por obra y gracia, no creo yo que del Espíritu Santo, pero sí del desatino político del actual president, Carlos Mazón (PP). Un ejemplo es que hace unos días la Consellera publicó un artículo en el que, a pesar de las continuas negaciones de las mujeres con ideología política Feminista respecto a que no existen “diversos feminismos” ni división posible entre algo que no existe, ella afirma que sí y que además eso es gravísimo:
”Una de las cuestiones que caracteriza el actual debate público es la división entre los diversos feminismos (...). Una división que deviene en polarización y que daña la convivencia hoy en España.”
”Esa división se traduce en la descalificación del esfuerzo que desde las Administraciones Públicas se hace para erradicar la lacra de feminicidios que causa la violencia ejercida sobre la mujer.”
”Frente al feminismo radical que muestra al hombre como enemigo de una mujer sometida a él que lucha por liberarse, defiendo que el hombre no es agresivo por naturaleza y lo considero como un igual.”
”La mayoría de mujeres queremos ejercer nuestros derechos con perspectivas y soluciones que incluyan la sensibilidad femenina; esto es, desde el mundo femenino. Y hablar del mundo femenino significa llevar siempre consigo el mundo familiar: la familia.”
Argumentos que parecen de la Sección Femenina de la Falange con la toxicidad de Elena Francis
Estos son planteamientos ideológicos de una mujer que respira por todos sus poros androcentrismo de alto nivel, y que no ha cortado el cordón umbilical con la Sección Femenina de la Falange y la toxicidad del papanatismo de Elena Francis.
Porque sólo la ignorancia más completa respecto a la segregación entre los sexos que de manera ininterrumpida ha seguido manteniendo el proceso civilizatorio humano, cuya característica principal es la socialización androcéntrica y una de sus más dañinas derivadas la situación de subordinación de las mujeres respecto de los varones, puede estar detrás de la creencia subjetiva que estima que el hecho de que una mujer considere a un hombre su igual, convierte esa creencia en realidad en el ámbito cultural y socioeconómico.
El Consejo General del Poder Judicial desmonta los argumentos de la consellera de Justicia e Interior
Carles Lalueza Fox es autor de un libro publicado el año pasado, Desigualdad. Una historia genética, y en las entrevistas de su presentación afirmó que los estudios en paleogenética permiten concluir que los actuales humanos descendemos de varones poderosos que practicaron la desigualdad. El mencionado libro del que es coautora Lola Venegas puede desarrollarlo ampliamente.
Y yendo a los datos concretos, en el Informe sobre víctimas mortales de la Violencia de Género y Doméstica en el ámbito de la pareja o expareja Año 2022, respecto a los feminicidios, que ese año fueron 49, el Consejo General del Poder Judicial afirma que “en cuanto a las características de las víctimas, del análisis y explotación estadística de todos los casos de violencia de género con resultado de muerte en el ámbito de la pareja o expareja en la serie histórica que arranca en 2003, se desprende que estamos en presencia de un fenómeno caracterizado por su diversidad. El impacto del problema afecta a todos los ámbitos y orígenes: nacionalidad, clases sociales, grupos étnicos, edades, niveles de estudios…”
Son 1239 los feminicidios computados desde 2003, y la diversidad mencionada por el Consejo General de Poder Judicial (CGPJ) remite a graves fallos en el proceso de socialización que no parece que ofrezca garantías que nos permitan concluir que los varones consideren como una igual a sus compañeras. El mismo CGPJ en un Informe de 15 de Diciembre de 2023 explicó que “las denuncias por violencia de género experimentan un aumento del 27% en el tercer trimestre. (…) Entre julio y septiembre de este año se solicitaron en los órganos judiciales un total de 479 órdenes de protección, un 21,6 % más que hace un año. De ellas, 395, el 82% fueron adoptadas.”
La ideología Feminista no considera agresivos por naturaleza a los hombres
Señora Consellera de Justicia e Interior, ¿por qué miente constantemente sobre este tema?. Sólo en su enfermiza imaginación la ideología Feminista considera agresivos por naturaleza a los hombres. Lo que la ideología Feminista afirma es que mantenemos un modelo de socialización androcéntrico que lleva implícito la potestad del ejercicio de la violencia para los varones, hecho claramente comprobable en los datos e informes sobre feminicidios, las denuncias por violencia en la pareja, la actividad pornográfica y prostitucional, las agresiones sexuales, el acoso sexual, los matrimonios infantiles, …
Señora Consellera, si es incapaz de asimilar la realidad que muestran las cifras del mundo que la rodea, ¿cómo va a poder ejercer con garantía de eficacia la labor de prevención de un comportamiento violento específico que se niega a reconocer que existe? ¿Y cómo va a garantizar la atención especializada a unas víctimas a las que no reconoce en su situación de desamparo? Alguien como usted nunca tenía que haber sido designada para asumir la responsabilidad que implica dirigir esa Conselleria.
Pornografía
Claro que fallar estrepitosamente en la designación de cargos con responsabilidad política no sólo ocurre en Gobiernos de coalición de línea conservadora, el caso de la desacertadísima asignación de Ángela Rodríguez (Antes, UP; ahora, Podemos) como Secretaria de Estado de Igualdad y contra la Violencia de Género es otro clarísimo ejemplo, pero en un Gobierno de coalición de línea progresista. Aunque en realidad, tal y como apreciaba Lola Venegas en la reflexión con la que empezaba mi artículo, el pensamiento de estas dos mujeres sólo aparenta estar en los extremos. Y pongo como ejemplo también la publicación hace pocos días de un artículo de Ángela Rodríguez, donde supuestamente argumenta desde una posición feminista sobre el porno:
”¿Puede ser útil la ficción sobre las relaciones sexuales para la educación sexual? ¿Aspiramos a una sociedad en la que la ficción sobre el sexo sea siempre un problema?(...) Lo que es normal para un adulto, no puede ser una epidemia peligrosa para un menor. Dejemos de fingir que esto es un problema de los adolescentes o que se puede solventar con la hipervigilancia o la prohibición.”
Sólo desde la ignorancia más absoluta sobre los Estudios Feministas y los principios ideológicos de la Teoría Política Feminista se puede considerar el porno como “ficción”, y considerar “normal” el contenido de violencia sexual que en él se ofrece. Conocer el trabajo de profesionales especializadas/os en el estudio de la pornografía como Mónica Alario, Esther Torrado, Rosa Cobo, Lydia Delicado, Lluís Ballester, Perer Szil… sostiene mi afirmación.
Y es que además de compartir un considerable grado de ignorancia puesto de manifiesto en sus artículos, ambas también respiran por todos sus poros el mismo nivel de androcentrismo y de cariño por el “mundo femenino” de la Falange, que acabó con todas las medidas Abolicionistas tomadas por el Gobierno de la II República.
