Coche de Policía Municipal de Torrelodones. Foto: @PoliciaTorre
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La Ley Trans llega a las oposiciones

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Torrelodones es un municipio en donde la absoluta dejadez del equipo de gobierno ha permitido que el número de agentes de la policía local, que era de 55 agentes en el año 2015, haya caído hasta 30 en 2023. La consecuencia ha sido un aumento de la inseguridad, un incremento del número de infracciones penales en Torrelodones. Se han disparado los robos con fuerza, robos en viviendas y sustracciones de vehículos, entre otros delitos. Por fin, tras años demandándolo la oposición, el alcalde y sus concejales decidieron sacar 6 plazas a concurso, máxime porque se esperan jubilaciones en una plantilla cuya última promoción accedió al puesto en el año 2005.

El 12 de enero de 2023 se realizó el examen teórico, al que concurrieron algo menos de 400 candidatos. Poco después, en febrero de 2023, el transfeminismo autoritario de Podemos decidió aprobar una ley que borra a las mujeres, además de negar la ciencia y la biología. Se trata de esa ley que permite a cualquiera cambiar de sexo en el registro civil cada seis meses, simplemente por una cuestión de sentimiento. El sexo sentido. Pedro Sánchez es el responsable. Podían haberlo parado.

Así las cosas, el pasado 21 de marzo se celebró la prueba física a la que acudieron 54 opositores aspirantes a policía municipal de Torrelodones. La sorpresa saltó a la hora de elegir el balón medicinal para lanzarlo. Una de las personas concurrentes eligió el de 3 kilos, que es el que corresponde a las mujeres. En enero, cuando se presentó al examen teórico, adjuntando su DNI, figuraba como hombre. Es en ese momento cuando explicó que días antes había presentado ante el registro municipal un poder notarial en el que afirma que es una mujer transexual, sin presentar ningún certificado de haber acudido al registro civil para cambiar de sexo.

Ni el ayuntamiento, ni la Comunidad de Madrid supieron qué hacer, máxime cuando la “Ley Trans” exige que se confirme el cambio de sexo transcurridos tres meses desde el mismo, algo que no ha podido suceder, porque la norma se aprobó hace algo más de un mes. Irene Montero se tendrá que pronunciar. La solución adoptada fue la lógica: el candidato hizo la prueba con el balón de 3 kilos (mujeres) y el de 5 kilos (hombres), a la espera de que el Ministerio de Igualdad se manifieste. Posiblemente el asunto termine en los tribunales de justicia, ya que candidatos excluidos verán una posibilidad para anular la oposición, perjudicando así a todos los vecinos de Torrelodones.

Sin entrar a valorar el sentimiento del opositor, que nos debe de dar igual y merecer respeto, lo cierto es que esta anécdota pone de manifiesto el absoluto descontrol que causa una legislación absurda, impuesta por ideología y alejada del sentido común.

No son pocas las feministas que han advertido acerca del daño que la ‘Ley Trans’ va a causar al deporte femenino, al ser una verdad innegable y biológica la diferencia física entre hombres y mujeres. La Alianza contra el borrado de mujeres ha denunciado, con razón, que “en el deporte compiten los cuerpos, no los sentimientos”, considerando que la ventaja competitiva entre hombres y mujeres pone en grave riesgo los logros deportivos de las mujeres. En el mundo del deporte ha nacido el Consorcio Internacional del Deporte Femenino para tratar de parar el desaguisado extremista, la cancelación de las mujeres. Al mismo se han adherido feministas de Estados Unidos, Reino Unido, España, Francia, Canadá, Australia y Nueva Zelanda con el fin de “preservar el deporte femenino”.

Ahora vemos que una problemática similar se puede trasladar a aquellas oposiciones que requieran pruebas físicas. Y no descarten que asistamos a algo similar en relación con las “listas cremallera” de los partidos políticos.

¿Va a haber que crear un consorcio para que vuelva a regir el sentido común?

Almudena Negro

Diputada del PP de la Asamblea de Madrid