Por carta. No podría ser de otra manera tratándose de Correos. El presidente del organismo da las gracias por escrito a la plantilla por los «días de mucho esfuerzo, de muchas horas de trabajo y de fines de semana sin descanso». En realidad, con este escrito, Juan Manuel Serrano respondía sin citarle a Núñez Feijóo, que el pasado miércoles durante un mitin electoral pidió a los carteros que trabajen «mañana, tarde y noche» para garantizar el voto por correo «pese a sus jefes«, pudiéndose entender que el líder del PP insinuaba un posible pucherazo electoral. No sería tan extraño, Ayuso ya lo hizo en la campaña del 28-M. Feijóo ha tenido que matizar sus palabras.
Sé que están siendo días de mucho esfuerzo, de muchas horas de trabajo y de fines de semana sin descanso. Por ello, di una única instrucción al conocer esta nueva convocatoria electoral: la contratación de todos aquellos recursos y personas necesarias para permitir que todo aquel que quiera votar por correo pueda hacerlo«. El Presidente de Correos, Juan Manuel Serrano ha mandado un escrito a empleadas y empleados de la empresa agradeciendo el esfuerzo que están realizando de cara al 23-J.
Con fecha de ayer 13 de julio, el ,mismo día que terminaba para los ciudadanos el plazo de solicitud para ejercer el derecho al voto por correo. Serrano ha querido transmitir su agradecimiento y apoyo a la plantilla en un momento muy caliente y polémico: «Ahora, que llegamos a la recta final he dado una nueva instrucción, especialmente al departamento de Recursos Humanos: facilitar al máximo el descanso y las vacaciones de todas las personas que estáis participando en el proceso y que estáis haciendo posible que Correos esté al nivel que los ciudadanos y ciudadanas demandan de nosotros como empresa pública«.
Feijóo sigue la estela de la polémica creada por Ayuso insinuando pucherazo electoral
Con estas palabras, que tienen más intención de lo que aparentemente pueda parecer, el presidente de Correos responde a Feijóo, que un día antes, el miércoles, 12, tuvo unas desafortunadas declaraciones respecto al servicio del organismo público. El candidato del PP a presidente del gobierno pedía a los carteros que «trabajen mañana, tarde y noche» para garantizar el voto por correo «pese a sus jefes«: «Pido a los carteros de España que trabajen al máximo: mañana, tarde y noche. Y aunque no tengan refuerzos suficientes, que sepan que custodian el voto. Les pido a los carteros que, con independencia de sus jefes, repartan todos los votos antes de que venza el plazo», dijo Feijóo en un mitin en Murcia.
Y a continuación hizo lo propio de estas fechas, una promesa electoral: si gana las elecciones y llega a la Moncloa, pagará las horas extra en caso de que la plantilla no las haya cobrado.
Al fía siguiente, Núñez Feijóo tuvo que recular y matizar que con sus palabras ni dejaba entrever pucherazo (eso ya lo hizo Isabel Díaz Ayuso en las elecciones municipales y autonómicas del 28-M) ni puso en duda la fiabilidad del sistema. Asegura el político gallego, que fue presidente de Correos entre el año 2000 y 2003, bajo la presidencia de Aznar. En esa época, según han confirmado empresas de verificación de datos, Correos perdió la diabólica cantidad de 666 trabajadores de plantilla.
«Un engaño sin precedentes»
El caos en Correos es notorio desde que Pedro Sánchez anunciara el adelanto electoral de las elecciones generales al 23 de julio. Dos semanas después, el 7 de junio, Correos anunció «una contratación sin precedentes» para hacer frente a la que se avecinaba. Hasta 19.400 personas de refuerzo ha anunciado la empresa que se ha realizado, una cifra exagerada y disparatada para CCOO, el sindicato mayoritario del organismo: «Un engaño sin precedentes«.
El hecho de que los comicios se celebren a finales de julio, en plenas vacaciones para millones de personas, ha provocado una cifra récord de solicitudes del voto por correo. Comisiones Obreras calcula que se han presentado en torno a las dos millones y media de solicitudes. Para hacernos una idea de lo que esto significa, para los comisos municipales y autonómicos del 28-M, no llegaron ni al millón.
