Tras meses de arduas negociaciones y después de casi medio centenar de reuniones, la ponencia sobre la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana ha acordado aprobar el texto para su debate en la Comisión de Interior con los votos a favor de PSOE, Unidas Podemos, PNV y ERC. A pesar de no haber llegado a un acuerdo en varios artículos a los que la formación republicana no ha dado su visto bueno, el texto continúa quemando etapas para llegar al Pleno del Congreso.
Este miércoles se ha producido la última reunión de la ponencia para reformar la ley mordaza, una reforma que emana de la Proposición de Ley presentada por el PNV y en la que los grupos parlamentarios han estado trabajando intensamente. No obstante, a pesar del acuerdo para elevar el texto a la Comisión de Interior, el Gobierno no se ha asegurado todavía los apoyos suficientes para sacar adelante la reforma ya que tanto ERC como EH Bildu, cuyos votos serán necesarios para aprobar el dictamen en la Comisión, mantienen su negativa a dar el “sí” al texto tal y cómo ha quedado redactado en el informe de la ponencia.
Para que la reforma consiga salir adelante, durante la comisión se tendrán que abordar las diferencias en torno a los artículos que podrían tumbar la derogación de ley mordaza: el 23.4 para prohibir el uso de pelotas de goma; el 36.6 referente a la desobediencia a los agentes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado (CFSE); el 37.4 sobre las faltas de respeto a la autoridad y una disposición adicional para terminar con las devoluciones en frontera.
Ya tocaba dar el paso
“Era el momento de avanzar en la tramitación, subir el escalón y llevarlo a comisión. Nos metemos en un año electoral y no podemos llegar con este asunto a elecciones; es la hora de la verdad, de decidir”, ha dicho el diputado Mikel Legarda, autor de la Proposición de Ley del PNV. También ha señalado que el acuerdo de la ponencia es “un paso importante” para mejorar la ley vigente y que, pese a que queden flecos por resolver, ya está acordado el “90%” del contenido del texto. Con el ascenso a comisión de la reforma de la ley mordaza, el PNV celebra que a partir de ahora las reuniones serán públicas en lugar de ser a puerta cerrada.
Enrique Santiago, diputado de Izquierda Unida y portavoz adjunto de Unidas Podemos, ha manifestado su alivio por haber conseguido cerrar, “después de cinco años”, una ponencia en la que “se ha trabajado intensamente”. “Quiero agradecer a todas las fuerzas políticas que, manteniendo sus discrepancias pero con su voto favorable, han conseguido que pasemos al debate definitivo del informe en la correspondiente comisión legislativa”, ha señalado. Además, ha insistido en que con las modificaciones que se han aprobado, el texto que sale de la ponencia “poco se parece ya a la ley que aprobó el Gobierno de Rajoy en 2015”.
Sobre el contenido de la reforma de la ley de mordaza ha expresado que se han introducido como principios orientadores “el respeto y la observancia” de los derechos fundamentales, se ha reforzado el ejercicio del derecho de manifestación y reunión y a la libertad de expresión, se han modificado “radicalmente” las sanciones y se ha establecido una norma sancionadora que pondera el importe de las sanciones impuestas en función de la capacidad económica de la persona sancionada. En este sentido, Santiago ha declarado: “Es obvio que las sanciones no tienen el mismo efecto para una persona con muchos ingresos, que para una que cobra una jubilación o el salario mínimo”.
Limar asperezas para aprobar la ley
A pesar de reconocer que las discrepancias que quedan “son importantes”, ha remarcado que esta no es “una reforma cosmética” y que es “una buena noticia” que se siga avanzando en su tramitación. “No hay más que ver las posiciones de la derecha y la ultraderecha, lo que se ha avanzado no tiene nada que ver con la ley aprobada por Rajoy. Sería muy triste que este esfuerzo no llegara a buen termino y este país siguiera con una ley mordaza”, ha sentenciado.
David Serrada, ponente del PSOE, ha mostrado su convicción de que esta ley es “un paso decisivo” y que es muy importante tener en cuenta “lo que nos estamos jugando aquí, que es si queremos que siga vigente un ley que responde a un contexto social muy diferente al de ahora”. Así, ha apremiado a seguir trabajando durante la Comisión de Interior para poder “debatir y pulir algunos aspectos” que pueden ser mejorables.
También ha trasladado que el grupo socialista “va a estar siempre dispuesto a seguir dialogando” pero teniendo en cuenta un asunto fundamental, que es mantener el equilibrio entre ampliar los derechos de la ciudadanía y garantizar la seguridad jurídica a la hora de realizar su trabajo de las FCSE. En este sentido, ha añadido que los colectivos de las FCSE que no estén de acuerdo con la reforma de la ley “tienen que respetar el trabajo legislativo y los acuerdos a los que se llegan entre las diferentes fuerzas políticas”.
El «no» de ERC y Bildu
La diputada de ERC María Carvalho Dantas ha reconocido que, aunque han permitido que la tramitación de la ley continúe, no están de acuerdo en cómo queda actualmente el texto de reforma de la ley mordaza pero que “bajo ningún concepto” van a levantarse de la mesa de negociación. Y no están de acuerdo porque, tal y como ha señalado, todavía no se ha llegado a un consenso para restituir los artículos más punitivos para con los ciudadanos, ni se ha eliminado la utilización de pelotas de goma, “que hay que decir que matan”, y tampoco se han prohibido las devoluciones en caliente. “El principio de la mordaza continúa”, ha remarcado, para añadir que “los artículos que comportan el 70% de las multas, más de 90.000 desde 2015 a 2019 y casi 14 millones de euros en multas, continúan vivos”.
Jon Iñarritu, diputado de EH Bildu, ha incidido en que, aunque “se pase de ponencia a comisión”, el bloqueo “lamentablemente” continúa porque no hay acuerdo para modificar los artículos más represivos de la ley mordaza. Asimismo, ha calificado el texto como una reforma “light” que “Bildu no apoyará”, al mismo tiempo que ha mostrado su deseo de llegar a un consenso durante el debate en la Comisión de Interior. “No nos engañemos, el PSOE quiere mantener los puntos más lesivos de la ley mordaza dando un margen de interpretación amplio a las FCSE. Lo que pedimos es objetividad para que no se utilicen esos artículos para sancionar como les venga en gana, sin motivo alguno”, ha espetado.
Por su parte, el diputado de Más País Iñigo Errejón ha mostrado su preocupación por los avances en la negociación para derogar la Ley de Seguridad Ciudadana que aprobó el PP en 2015 para “combatir a los pobres” y para que “la gente tuviera miedo de salir a protestar a la calle”. “Es por eso por lo que nosotros hemos dicho que la ley mordaza hay que derogarla entera. Las mordazas se quitan o no se quitan y hasta ahora, el avance de las negociaciones está mostrando que no hay voluntad de acabar con las pelotas de goma, que han matado y mutilado a gente, ni voluntad de acabar con la arbitrariedad de que sea un agente el que decida si se le ha faltado al respeto, ni de ponerle fin a las devoluciones en caliente”, ha concluido.